Un 9% más de media a pagar que en 2008. Esa es la subida que están retratando los recibos del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) en las viviendas de la zona urbana. Un incremento que fue notificado hace un año a cada contribuyente por la aplicación por primera vez de la revisión de los valores catastrales, pero que ahora se hace efectivo con el consiguiente quebranto para los bolsillos.
Esta subida coincide con el tope de crecimiento individual de los recibos establecido por el Ayuntamiento para 2009 después de que decidiera no tocar los tipos impositivos para este ejercicio (que sí se bajarán, no obstante, con vistas a la recaudación de municipal de 2010).
Varios contribuyentes recibo en mano se pusieron ayer en contacto con EL COMERCIO para expresar su malestar con el hecho de que se les suba todo lo que legalmente se les podía subir. Estos contribuyentes, que prefieren preservar su identidad, son propietarios de viviendas en la zona centro, Laviada, Pumarín, Viesques y El Coto y a todos ellos les ha llegado una subida que es más del doble de la de 2008 (de un 4,2%). Coinciden en sus críticas al señalar que este incremento llega en un momento «muy poco oportuno con una situación de crisis aguda, IPC en tasas negativas y reducción sostenida del valor de la vivienda».
Preguntado por este asunto, el concejal de Hacienda y Coordinación Administrativa, Santiago Martínez Argüelles, aseguró ayer que estas cuantías del IBI «entran dentro de lo esperable y son la prueba de que no engañamos a nadie». El edil socialista recordó que las respectivas cantidades ahora cobradas ya fueron comunicadas a los contribuyentes hace un año, junto con el anterior recibo del IBI, y que lo que ha hecho el Ayuntamiento gijonés ante la subida de los valores catastrales «es establecer un límite de seguridad, un tope de subida que, por cierto, aplican muy pocos municipios en España».
Esta cuota máxima para los recibos individuales estará vigente también en las contribuciones de 2010 y 2011, ya que esta posibilidad es un mecanismo articulado en la propia Ley de Haciendas Locales.
Al margen del promedio de crecimiento del IBI en la zona urbana, también se han detectado algunas anomalías que superan holgadamente el límite máximo establecido por el equipo de gobierno. Por ejemplo, un despacho profesional del centro urbano que ha pasado de pagar de contribución 40 euros en 2008 a 240 en el recibo de 2009 (una subida del 500%).
La zona rural todavía no se ha pronunciado ante la nueva remesa de recibos del IBI, a pesar de que el próximo viernes concluye el plazo para hacer efectivos los pagos. A pesar de ello, ya se ha detectado algún caso curioso de descenso significativo de la contribución en fincas de reciente construcción en zonas como La Pedrera. Allí una familia que pagó 492 euros en 2008 deberá abonar esta vez 379 euros (un 23% menos) para corregir la fuerte subida experimentada por la equiparación a efectos catastrales de las parcelas rústicas con las urbanas.
Escaso pago fraccionado
Una de las medidas aprobadas hasta el momento para tratar de reducir el impacto de la revisión catastral en curso en el IBI han tenido muy poco éxito. Por no decir nulo. Se trataba de la posibilidad de acogerse al pago fraccionado en lugar de pagar la totalidad del recibo en noviembre. Únicamente un 1% de los contribuyentes, sobre un total de 212.000 propiedades que tributan en el concejo, se acogió a esta opción de pago y obtuvieron un descuento sobre el 1,8% del total de recibo.
El propio concejal de Hacienda no se explica qué ha podido fallar. Sin embargo, algunos contribuyentes ya han objetado que la campaña de información fue insuficiente y que el sistema habilitado a través de la página web del Principado era excesivamente complejo, «por no decir imposible». En cualquier caso, en 2010 quienes decidan pagar el 60% de la cuota en mayo y el 40% restante en noviembre obtendrán un descuento aún mayor, del 4%
http://www.elcomerciodigital.com/20091118/gijon/sube-zona-urbana-gijon-20091118.html
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