LARGO DE CAFE
por JUAN NEIRA
Los resultados en Asturias de las elecciones europeas no trajeron cambios sustanciales al volver a ganar el PSOE al PP. Bien es cierto que en las anteriores elecciones al Parlamento de Estrasburgo (año 2004) el PSOE aventajaba en dos puntos al PP, y la diferencia se redujo en esta ocasión a seis décimas. Pero cada elección hay que verla en su contexto. Hace cinco años los socialistas ganaron a los populares, a escala nacional, por 2,2 puntos, mientras que el pasado domingo fue el PP el ganador de las elecciones por 3,7 puntos de diferencia. En resumen, que tomando como referencia los resultados del 2004, en el ámbito nacional el PP mejoró sus posiciones con respecto al PSOE en 5,9 puntos, mientras que a escala regional esa recuperación no fue más allá de 1,4 puntos. La satisfacción de los socialistas asturianos es patente.La gran novedad en el tablero asturiano procede de un partido nuevo, Unión, Progreso y Democracia, que obtuvo el 4,25% de los sufragios en nuestra región, alcanzando el segundo mejor registro entre todas las comunidades autónomas, por detrás de Madrid, donde el partido de Rosa Díez rozó el 7% de los votos. UPyD obtuvo más de 17.600 votos, quedando a 6.000 papeletas de IU. Especialmente relevante el porcentaje de votos alcanzado en Oviedo, el 6,71%, que lo acredita como tercer partido en la plaza.Igualmente notorios, los votos obtenidos por UPyD en Gijón, 5,42%, a 150 papeletas de IU, partido de gobierno en la ciudad. UPyD es un partido de cultura urbana, ilustrado, que pretende hacer de bisagra en las instituciones, un rol que sólo antes ensayó el CDS. Su talón de Aquiles son las cuencas mineras; la transversalidad de UPyD choca con la forja política de los sindicatos de clase.La victoria del PSOE se labró en sus clásicos enclaves, haciendo más amplia la ventaja en Gijón y Avilés con respecto al PP, y ganando de forma muy destacada en las cuencas mineras, aunque también lo hizo en Siero, Llanes o Valdés. Por su parte, el PP mantuvo su dominio en Oviedo, Cangas del Narcea o Villaviciosa, y recuperó la hegemonía en Navia y Llanera, donde hace cinco años habían ganado los socialistas.El caso de Oviedo Como ocurre en otras elecciones (generales, autonómicas y locales), hay que hacer una reflexión especial sobre el caso de Oviedo. En la capital del Principado, el PP aventajó por 11.800 sufragios al PSOE. En el feudo carbayón, el PP obtiene unos porcentajes similares a los que saca en Madrid o Valencia. El PP tiene una gran dependencia electoral de las urnas de Oviedo, lo que origina luego el fenómeno perverso de poner toda la estrategia regional de ese partido en función de los intereses de Gabino de Lorenzo, como se vio en el debate sobre la reforma del Estatuto de Autonomía o en la última campaña de las elecciones generales, en la que los dirigentes populares (Ovidio Sánchez, Pilar Fernández Pardo) fueron testigos mudos de las astracanadas del alcalde de la capital, que les llevó de cabeza al desastre en las urnas.Los resultados de Oviedo obligan a meditar al PSOE, porque sumando toda la ventaja de los socialistas en Gijón, Avilés, Langreo, Mieres y Siero, no sirve para enjugar el déficit de votos de Oviedo. La nueva dirección de la AMSO no ha logrado invertir la dinámica política en Oviedo. Siempre fui de la idea de que dos consejeros de marcada filiación ovetense en el Gobierno de Areces podían hacer más por la suerte del socialismo en la ciudad que toda la Ejecutiva de la AMSO. No sólo desde el partido se hace gobierno, sino que desde el gobierno se hace partido. No conozco otro caso en el mapa autonómico de un gobierno regional y una dirección del partido mayoritario que tengan tan escasa influencia sobre la capital del territorio.IU logró en Asturias el porcentaje de votos más alto de toda España, con la excepción de Cataluña en que se presenta a las elecciones formando otro tipo de coalición. Cayo Lara declaró que se había acabado con el declive electoral de IU. Pese al voluntarismo del nuevo coordinador general, lo cierto es que IU obtuvo el domingo los peores resultados de su historia, tanto en España (3,73%), como en Asturias (5,70%). Resta por saber si estos resultados influirán en la relación que tiene IU con los socialistas en el Principado y los ayuntamientos.Tras la resaca electoral, en el PP asturiano se abrirá un debate sobre el camino a seguir. Desde el mes de marzo del año 2000, hubo en Asturias ocho convocatorias electorales, y el PP sólo ganó las elecciones generales del año 2004 por cuatro décimas. Demasiados años cosechando derrotas.Nuevo ciclo Puede que en España se haya abierto un nuevo ciclo político, como declaró Rajoy tras la victoria del domingo, pero en Asturias no hay indicios de tal cambio. El famoso ciclo victorioso de Aznar se inició en las elecciones europeas de 1994, cuando obtuvo 9,2 puntos de ventaja sobre el PSOE. En aquella ocasión, el PP ganó en Asturias por 10,6 puntos de diferencia con los socialistas, abriendo paso a Sergio Marqués, que al año siguiente sacó cuatro escaños más que el PSOE. En esta ocasión no se produjo nada parecido. Al gran esfuerzo del aparato socialista asturiano, organizando mítines con los líderes nacionales (Zapatero, Aguilar, González, Guerra, Rodríguez Ibarra, Leire Pajín, Borrell), correspondió el PP asturiano con una campaña de andar por casa.El futuro. El triángulo asturiano (PSOE, PP e IU), donde la hipotenusa (PP) siempre mide menos que los dos catetos, está presto para dar entrada a UPyD, formando un cuadrilátero, que originará un nuevo juego de alianzas. Guste o disguste, el partido de Rosa Díez ha venido para quedarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario