Los jóvenes pueden ser
geómetras y matemáticos y sabios en cosas de este tipo; y, en cambio, parece que no pueden ser prudentes. La causa de ello es que la prudencia tiene por objeto también lo particular, con lo que uno llega a familiarizarse por la experiencia, y el joven no tiene experiencia, porque hace falta tiempo para adquirirla (
Aristóteles.
Ética nicomaquea)