Las personas cuyas vidas son insignificantes buscan lo significativo en el pasado o en el futuro. Por esta razón un pasado glorificado, religiosamente mitificado, sea racial o nacional es tan importante para mucha gente, y por eso el futuro de nuestros hijos, de nuestro partido, de nuestra nación o incluso de toda la humanidad, anticipado por políticas y religiones salvadoras, es tan importante para otros. T. Szasz, La lengua indómita)