ELOGIO DE LA POLÍTICA

FESTINA LENTE

lunes, 21 de mayo de 2012

De 78 concejos a 21 sistemas locales


El hoy cuestionado mapa municipal asturiano, de origen decimonónico, permanece inmutable desde hace ya más de ochenta años. La estructura municipal del Principado ha permanecido ajena a los importantes cambios que se han producido en las últimas décadas, entre los que destaca la generación de la gran conurbación del centro, a partir del desarrollo de las ciudades de Oviedo, Gijón y Avilés. En el acuerdo de legislatura que suscribieron el viernes, el PSOE y UPyD han pactado la revisión del modelo actual para impulsar la integración de concejos, preferentemente de manera voluntaria, a partir de un gran estudio previo sobre la división administrativa de la región. Por su parte, el Ejecutivo de Mariano Rajoy propone, entre las medidas de ajuste para contener el déficit, la fusión de los municipios españoles con menos de 5.000 habitantes. El debate está abierto. ¿Tiene sentido mantener en Asturias un modelo administrativo del siglo XIX en la segunda década del siglo XXI? ¿Resulta eficiente el mapa municipal en vigor y responde a la realidad socioeconómica de Asturias? ¿Favorece las posibilidades de desarrollo del Principado o, por el contrario, las frena?
Desde el punto de vista económico, la unidad administrativa óptima no es el municipio, sino lo que los expertos denominan sistemas locales. Se trata de unidades territoriales con una sociedad y un mercado laboral bien integrados y que se definen en función de los flujos de residentes y de trabajadores. «Su interés no reside en la reducción significativa de las unidades espaciales, sino en la alta integración socioeconómica que presentan», subraya Fernando Rubiera Morollón, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Oviedo y coordinador del Laboratorio de Análisis Económico Regional (Regiolab).
En Asturias, frente a los setenta y ocho concejos actuales, se identifican veintiún sistemas locales integrados, que bien podrían servir de base para redefinir la articulación territorial del Principado que ahora se pone sobre la mesa. Estas nuevas unidades serían, de Occidente a Oriente, las de San Tirso de Abres, Vegadeo, Grandas de Salime, Navia, Cangas del Narcea, Degaña, Salas, Avilés, Llanera, Oviedo, Gijón, Langreo, Villaviciosa, Piloña, Colunga, Cangas de Onís, Ribadesella, Llanes, Cabrales y Ribadedeva.
Según el profesor Rubiera, estas nuevas unidades suponen un «excelente punto de partida» para abordar el futuro de los concejos de las alas. «Se podrían tomar tal cual, ajustando sólo en aquellos casos donde se demuestren mayores necesidades de desagregación por problemas de accesibilidad», añade el coordinador del Regiolab. De todas formas, Rubiera asume que «los intereses políticos» dificultan enormemente una reestructuración del mapa oficial del Principado de Asturias.
Dando un paso más en este diseño alternativo al de los municipios, los sistemas locales de Avilés, Gijón, Oviedo y Llanera conformarían una unidad mayor, de carácter policéntrico: el área metropolitana central de Asturias. Se trata de un espacio con una población superior al medio millón de habitantes, el umbral fijado por Rubiera para que una concentración urbana pueda aprovecharse de las posibilidades de desarrollo económico que se derivan de las grandes aglomeraciones. Y ello con independencia de su localización geográfica y de otras variables del entorno que, en principio, no beneficiarían a la que también ha sido denominada (por Fermín Rodríguez, del Ce-Codet) como Ciudad Astur.
Según un estudio de la profesora colombiana Elizabeth Aponte, si Asturias fuera capaz de funcionar como una ciudad plenamente integrada podría elevar en, al menos, un 10 por ciento su productividad actual. «En realidad, el crecimiento económico podría llegar a ser superior a ese 10 por ciento si se aprovechara adecuadamente el incremento en la productividad explotando las economías de aglomeración urbana», matiza el profesor Rubiera Morollón.
«Lo cierto es que hay una disonancia creciente entre las dinámicas económicas y sociales en Asturias y la división jurídico-administrativa local del Principado», subraya el profesor. A su juicio, esta misma disonancia y la actual estructura administrativa del Principado suponen un «lastre» que impide a la región aprovechar todo el potencial económico de su área metropolitana, que no es menor.
Y no sólo eso. Rubiera Morollón estima que el hecho de que en Asturias exista una realidad socioeconómica diferente a la que reflejan sus fronteras administrativas también puede convertirse en una caudalosa fuente de problemas, tanto políticos como económicos o urbanísticos.
Por todo ello, estima «urgente» la coordinación o, incluso, la fusión de concejos, pero no tanto de los pequeños y poco poblados de las alas oriental y occidental, sino de los más populosos del centro de la región. Así lo señala en el estudio en el que plantea sus ideas para la reforma del régimen local en el Principado, encargado por el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA).

El Principado estudia unir la ZALIA con la 'Y' junto al embalse de San Andrés


La propuesta vecinal plantea prolongar la calle principal que vertebrará de Norte a Sur la primera fase de la zona logística y construir, en un paso subterráneo ya existente, una rotonda de 30 metros de diámetro en las inmediaciones del embalse de San Andrés. El enlace quedaría ubicado en un plano horizontal en la intersección del canal de desagüe del embalse de Arcelor con el actual trazado de la autopista. Desde este nuevo nudo de comunicación saldrían cuatro ramales en ambos sentidos con sus correspondientes carriles de aceleración y desaceleración. Además, esta rotonda también permitiría una conexión futura con la AS-II (la nueva carretera Oviedo-Gijón), prolongando la carretera hacia el Sur.
El presidente de los vecinos de San Andrés, Eusebio Ortega, destaca que este enlace directo con la 'Y' supondría un ahorro importante a la Administración regional, sobre todo en expropiaciones, ya que se ejecutaría en terrenos baldíos propiedad de Arcelor. El colectivo vecinal estima que el coste de esta conexión directa rondaría los 20 millones frente a un coste mucho más elevado del enlace desde El Montico.
Pero el abaratamiento de la operación para el Principado no es la única ventaja que esgrimen los vecinos de San Andrés. Según sostiene Eusebio Ortega, la rapidez con que se podría acometer esta solución también facilitaría la hasta ahora poco fructífera comercialización de las parcelas de la primera fase de la ZALIA. «Dicen que no se puede vender por falta de accesos y la conexión directa que proponemos permitiría que el proyecto tenga viabilidad», señala.
Sin embargo, la obra de este enlace también traería beneficios a los vecinos que llevan ocho años luchando contra la zona logística e industrial. «Si se pincha la 'Y' se reducirían mucho las expropiaciones y el pueblo no quedaría partido en dos. Además, se conseguiría que los vecinos tengan acceso directo a la autopista en cualquiera de los sentidos», razona Ortega, quien se queja de que la parroquia «se está quedando aislada» desde que comenzaron las obras de urbanización de la primera. «El autobús, el camión de la basura o cualquier vehículo de grandes dimensiones tiene problemas para maniobrar en el pueblo», añade.
Los vecinos ya han entregado en mano su propuesta al viceconsejero de Infraestructuras, Juan Vega, y al ingeniero de la Consejería de Fomento responsable de las obras de urbanización y explanación de la primera fase de la ZALIA. El colectivo vecinal de la parroquia rural gijonesa también pide el ensanchamiento de las carreteras existentes para aminorar por esa vía también el impacto de las expropiaciones.
La principal traba para llevar a cabo la alternativa vecinal para construir este enlace directo es de índole legal. El problema reside en que la rotonda bajo la autopista no estaría a la distancia mínima que exige la normativa estatal respecto al punto central de la 'Y', que está en Serín. Por tanto, haría falta una autorización expresa del Ministerio de Fomento para salvar dicho escollo.
La solución planteada por los vecinos de San Andrés está en sintonía con las ideas de los actuales gestores de la ZALIA, de Foro Asturias, que acusan al anterior Gobierno socialista de «no planificar adecuadamente las infraestructuras ni coordinar la primera fase de urbanización con la de los viales». El Principado considera clave dotar de algún atractivo comercial a las primeras 107 hectáreas de la ZALIA, comunicadas ahora por la vieja, desgastada y estrecha carretera AS-236. Sus condiciones de servicio dificultan enormemente que las empresas accedan a asentarse a la zona.
El plan B de la Administración regional pasa por la construcción de unos accesos provisionales que, aunque no sean una infraestructura de tipo autovía como los que están previstos, permitan llegar a la ZALIA y de esta forma poder vender los terrenos». La previsión del Ejecutivo regional en funciones es que la zona logística e industrial no podrá contar con todos sus enlaces definitivos -La Peñona (Tremañes), el Montico (en la A-8) y la nueva Gijón-Oviedo (AS-II)- al menos hasta 2015.
El tema de los accesos es uno de los que tiene pendiente el consejo de administración de la ZALIA, que precisamente se reúne hoy al mediodía. Cualquier decisión que tome quedará pendiente, no obstante, de los previsibles cambios que se produzcan en el seno del órgano de dirección cuando se haga efectivo el cambio en el Gobierno regional.