Los miembros del Consejo Local de UPyD-Gijón, Luis Pertierra, Susana Pilar y el coordinador local Armando Fernández Bartolomé, mantuvieron una reunión en la tarde de ayer con la Asociación de Vecinos Gigia de Cimadevilla, representada por Aida Artime, MªJesús García, Luis García y Paulino García. En dicho encuentro nos expresaron su preocupación por los problemas que están afectando al barrio alto de la ciudad, que son fundamentalmente seguridad ciudadana, transporte y desarrollo económico.
Pendientes de lo que sucederá con la nueva ordenanza municipal de “Protección de la convivencia ciudadana y prevención de actuaciones antisociales”, más conocida como ordenanza del “botellón”, en periodo de información pública y pendiente de aprobación por parte del gobierno municipal, los vecinos reclaman más seguridad y una mayor regulación en este sentido, ya que menoscaba de manera importante la convivencia vecinal, afectando incluso al vial de seguridad que está siendo totalmente invadido por estas concentraciones de gente, especialmente los fines de semana y en temporada estival, impidiendo el paso de taxis y ambulancias y generando un grave riesgo para aquellas personas necesitadas de dichos servicios.
Por otro lado, el trasporte público es inexistente. Una medida que les ayudaría a solventar de alguna manera este problema sería la extensión de la línea 1 hasta Pelayo.
Asimismo demandan mayores actuaciones urbanísticas, tales como un plan de fachadas o la necesidad de acondicionamiento del adoquinado en algunas zonas concretas. También denuncian que sean los únicos que carezcan actualmente de una zona de juegos infantiles.
Desde UPyD-Gijón consideramos que es primordial y fundamental el contacto con los diversos colectivos y asociaciones de la ciudad, y conocer de primera mano sus necesidades e inquietudes, porque son los ciudadanos los que verdaderamente conocen su entorno y pueden aportar soluciones y propuestas reales y adecuadas.
Para Armando Fernández Bartolomé, coordinador de Unión, Progreso y Democracia: “Cimadevilla tiene potencial de negocio y empleo porque es el emblema de Gijón, y si fuera urbanísticamente cuidado con mimo, la mejor tarjeta de presentación para una ciudad que quiere atraer un turismo de calidad”.
