ELOGIO DE LA POLÍTICA

FESTINA LENTE

domingo, 11 de abril de 2010

Sobre finanzas públicas y planes de ahorro en tiempos de crisis

11.04.2010 - FRANCISCO J. DELGADO RIVEROPROFESOR DE HACIENDA PÚBLICA DE LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO
Asistimos en fechas recientes a una confrontación política en nuestra tierra a sabiendas del plan de ahorro autonómico para afrontar las estrecheces presupuestarias originadas tras el estallido de la profunda crisis económica hace ya algún tiempo y de la que no se espera salir en otro tanto. Este artículo pretende no más allá de poner sobre la mesa algunos datos y algunas opiniones personales sobre este tema, por supuesto susceptibles de réplicas y contraopiniones como corresponde a cualquier materia económica y especialmente de economía pública.
Sobre la situación de las finanzas públicas. España se encuentra en una difícil encrucijada -tan sólo hay que observar el salpicón de malas noticias económicas de cada día- de la que se puede salir airoso con mayor probabilidad con un gran acuerdo -eso sí, con contenido- de los dos principales partidos. Pero en la medida en que tenemos continuamente elecciones a la vista -Cataluña este mismo año, municipales y autonómicas en 2011, nacionales en 2012- tal acuerdo es poco plausible. El aumento del gasto público especialmente por la factura del desempleo y la contracción de los ingresos por la tremenda bajada de actividad -y el paralelo incremento de la economía sumergida en el difícil despertar del milagro económico español- han puesto los dígitos de déficit público en niveles de alerta, sobre 12% del PIB. Y ello con el consiguiente despegue de la deuda pública acumulada, que había logrado bajar del 40% del PIB, pero se estima que alcance las cotas del pasado en los próximos años. Y habrá que devolverla en el futuro a unos intereses más altos que los actuales, en mínimos históricos, y eso restará capacidad de gasto en el resto de la actividad pública. Ante este escenario no hay otra receta que retornar al equilibrio de las cuentas públicas, lo que implica a todos los niveles de gobierno: central, regionales y municipales.
Sobre el plan de ahorro autonómico. Asturias, al igual que el Gobierno central, ha visto cómo su presupuesto adquiría el color rojo del déficit, si bien es cierto que nuestra región presenta unos ratios envidiables en cuanto a endeudamiento. Pero no es oro todo lo que reluce. En sintonía con el resto del país, la normativa de estabilidad presupuestaria desencadenó una imaginativa forma de seguir creciendo sin infringir el requisito -técnicamente el déficit se computa como necesidad de financiación- mediante la expansión del sector público empresarial en sus más que diversas modalidades (¿llegó la hora de frenar o incluso dar marcha atrás en el tamaño del sector público?). El reciente plan de ahorro asturiano persigue ahorrar unos 150 millones de euros a base de no reponer a los jubilados públicos más que a un pequeño porcentaje, una reorganización de la empresa pública y el aumento de algunos tributos. No suena mal, pero seguro que será insuficiente para adaptarnos a un nuevo escenario en el que las alegrías presupuestarias no abundarán.
Sobre el futuro. Pensemos en una cuestión. Si un empleado de la construcción (o del sector del automóvil) pierde su puesto de trabajo porque ya no se puede seguir el vertiginoso ritmo del pasado, lo más racional sería buscar alternativas en otros sectores mediante, en su caso, la formación-reciclaje adecuados si es necesario. Pues eso le pasa al sector público, que debe establecer claramente su estrategia a partir de ahora, en cuanto al modelo productivo que tiene que fomentar, las políticas de gasto -priorizando y aumentando la eficiencia en una suerte de presupuesto de base cero donde debe justificarse cada año cada euro del mismo- y el modelo tributario para obtener los ingresos necesarios.
En cuanto al modelo productivo, no se puede volver a apostar por viviendas y coches -bienvenido el coche eléctrico, pero con esto no basta, y tengo mis razonables dudas sobre el alcance en el empleo de las rehabilitaciones de viviendas-. Se debe tomar nota de las diferentes recomendaciones de los organismos internacionales y nacionales para luego tomar decisiones valientes y sin los habituales vaivenes de los globos sonda. No es el momento de estos artilugios. En definitiva, diseñar sin más dilación el modelo económico del futuro apostando más por la I+D+i.
Respecto a las políticas de gasto, es evidente que tanto Sanidad como Educación deben ser objeto de un profundo análisis y una seria revisión, introduciendo nuevos elementos que permitan recortar la aportación pública, aún conscientes de que cualquier liberación de recursos en estas áreas serán absorbidos parcialmente por el desarrollo de la Ley de Dependencia. Entre las medidas no pueden escapar del riguroso debate el copago en la Sanidad y el aumento de los precios públicos universitarios para las rentas altas. Y también es el momento de poner orden -y coto- a las retribuciones -y al número- de los políticos y cargos de confianza para racionalizar el sistema y generar (más) confianza a la ciudadanía. Y por qué no repensar el mapa municipal para evitar los gastos asociados a la burocracia de mini-municipios de apenas decenas de vecinos, no muchos en nuestra región, pero sí en el total nacional. En suma, pulir el gasto público.
Finalmente, creo que es una buena oportunidad para revisar el cuadro de impuestos en nuestro país con un doble objetivo. Uno, reducir su número. Tan sólo hay que plantear la fiscalidad que rodea la simple compra de una vivienda para darse cuenta que se requieren reformas de calado. Y dos, concentrar los impuestos en la obtención de renta o posesión de patrimonio, y no tanto en el consumo, para repartir la carga más en consonancia con la capacidad de pago directa de los ciudadanos. Es decir, revisar el impuesto sobre la renta -elevando los mínimos y eliminando a cambio gradualmente deducciones por pensiones y vivienda, y la posible creación de un tipo más alto del actual para rentas superiores a cierto umbral-, eliminar las deducciones en el impuesto sobre sociedades, resucitar el impuesto sobre el patrimonio pero corrigiendo sus defectos, consensuar el impuesto sobre sucesiones para evitar la deslocalización de grandes fortunas, aumentar el IVA general pero sólo un punto para no contraer la economía ni afectar a las rentas más reducidas, retocar los impuestos locales. En suma, fijadas las necesidades de gasto público, ajustar los impuestos.

http://www.elcomerciodigital.com/prensa/20100411/opinionarticulos/sobre-finanzas-publicas-planes-20100411.html

«El Jovellanos y el Botánico tienen una pésima situación»

Las críticas del grupo municipal del PP a la situación financiera de algunas de las empresas municipales no son nuevas. Pero ahora, el PP se basa en el último informe de la Sindicatura de Cuentas, en el que se analiza el sector público de las entidades locales de la comunidad, en 2006. El informe sitúa a varias de las empresas gijonesas (Emtusa, Teatro Jovellanos y Jardín Botánico) entre las que más pérdidas registraron en toda Asturias. Y aún dice bastante más sobre Gijón, especialmente del Jovellanos y del Botánico y de su elevado índice de endeudamiento, «por una situación de los fondos propios muy deteriorada debido a la acumulación de pérdidas, que llevan a ambas empresas a la presentación de unos fondos propios negativos, siendo necesaria la adopción de medidas excepcionales para restablecer la situación patrimonial y salir de la causa legal de la disolución». Así reza el informe, y la portavoz del PP, Pilar Fernández Pardo, asegura que es «lo que el PP de Gijón viene manteniendo respecto a la deficiente gestión de las empresas públicas dependientes del Ayuntamiento». La Sindicatura refleja en el Ayuntamiento tuvo que aportar al Jovellanos 3,1 millones en 2005 y 2,6 en 2006, por sus pérdidas y el PP añade que «en los sucesivos años estas aportaciones de dinero público son constantes y van en aumento». Respecto al Botánico, en 2006 entró en causa de disolución debido al estado de sus cuentas y el Ayuntamiento tuvo que aportar 1,2 millones.
Así las cosas, el PP defiende que, aunque dichas empresas tienen que ofrecer servicios públicos esenciales y que por sí solas no pueden soportar todos los gastos, esta situación «no puede justificar una mala gestión, con desfases entre ingresos y gastos que aumentan año tras año». Pardo apuesta por buscar el equilibrio entre el servicio que se ha de prestar y «una gestión profesionalizada, que busque la eficacia y la eficiencia».

http://www.elcomerciodigital.com/v/20100411/gijon/jovellanos-botanico-tienen-pesima-20100411.html

Los millones que llegaron de Europa

El Ayuntamiento ha gestionado desde 1994 proyectos por valor de más de 60 millones con financiación europea
Existen pocas posibilidades de que en Gijón conociéramos el municipio esloveno de Celje. Muy pocas, de hecho, de no ser porque Celje y Gijón son socias, junto con otras ciudades de Italia, Hungría, Lituania y alguna española en el proyecto Cities, uno de los muchos programas europeos en los que participamos y de los que obtenemos financiación. Durante muchos años, fuimos beneficiarios de los fondos de cohesión social, como el POL, el Programa Operativo Local, y también de iniciativas como el Urban, a cuya segunda edición optamos sin demasiada suerte.
Y ahora que esos fondos se acabaron, Gijón se 'busca la vida' por otros lados, sin alejarse de Europa. Así, se presenta siempre que puede a convocatorias que tienen que ver con proyectos medioambientales, con infraestructuras, con innovación y nuevas tecnologías... La diferencia con los tiempos del Urban y el POL es que, mientras entonces teníamos cierta financiación garantizada por el número de habitantes, ahora no nos dan nada hecho y, la mayoría de las ocasiones, hay que 'pelear' el dinero con otras ciudades de Europa. En muchos casos, además, es obligatorio presentarse como parte de un consorcio de municipios. De ahí que hayamos conocido, por ejemplo, a Celje.
Sea como fuere, un cálculo muy aproximado concluye que desde 1994 la ciudad ha gestionado gracias a la financiación europea proyectos por valor de más de 60 millones de euros. La cifra hace referencia sólo a las iniciativas gestionadas por el Ayuntamiento. Es decir, proyectos muy importantes económicamente como la ampliación de El Musel o la regeneración de la costa oeste de la ciudad, que también contaron con fondos europeos, no están incluidos en el cálculo, porque la entidad gestora fue la Autoridad Portuaria. Sólo en estos momentos están en marcha proyectos por valor de 11,8 millones de euros con algún tipo de ayuda o subvención europea. Y entre ellos hay cosas tan distintas como la financiación de programas de atención a jóvenes en riesgo de exclusión social, la alfabetización digital, las ayudas al Festival Internacional de Cine, los estudios sobre la industria creativa, el intercambio de experiencia entre profesores...
¿Quién iba a pensar que Gijón podía poner en marcha un proyecto gracias a dinero de Noruega? Pues es así. La rehabilitación de una parte del antiguo Intra para convertirse en residencia empresarial se lleva a cabo con financiación noruega. La UE pide una contrapartida a Islandia, Liechtenstein y Noruega por participar en todos los proyectos europeos en las mismas condiciones que los países miembro. La UE les obliga, en cierta forma, a apoyar proyectos en países en peores condiciones económicas. Y ahí entramos nosotros y lo que será, en el futuro, el 'edificio Noruega', en honor de quien lo ha financiado.
Participamos también en el SAVE, un programa europeo por la eficiencia energética, que subvenciona actuaciones de la Agencia Local de la Energía. En el Grundtvig, con expertos en enseñanza. En el mencionado Cities para la industria creativa. En el proyecto Ayalga para el desarrollo de itinerarios integrales de empleo. En el Urbact para el desarrollo urbano... En la mayoría de los casos, accedemos a ellos gracias a que formamos parte de numerosas redes de ciudades y foros internacionales, en los que el Ayuntamiento tiene la oportunidad de conocer las posibles fuentes de financiación y los potenciales socios para acceder a las ayudas, explica el concejal de Promoción Económica e Innovación, José María Pérez. Unas redes en las que Gijón suele ser una 'pieza extraña', ya que muy pocos municipios españoles, salvo Barcelona, tienen tanta presencia como la Villa de Jovellanos. La Ciudad Condal es con la que más coincidimos. También tienen cierta presencia, en algunos foros, Zaragoza, San Sebastián, Madrid y Valencia.
Colectores, buses, parques
La filosofía con la que trabaja el equipo de gobierno es buscar financiación para proyectos que están previstos. Así se buscaron las ayudas, por ejemplo, para el Jardín Botánico Atlántico (3 millones de los 5,4 que costó), para el acuario (1,5 millones), para el colector de Pérez Pimentel, para las obras de abastecimiento y saneamiento de buena parte de la zona rural, para la remodelación de las Termas Romanas, para el arreglo de parques como el de Isabel la Católica y el del Polígono, para la rehabilitación de calles como la de Menéndez Valdés, para el sistema de explotación de los autobuses urbanos...
Pero, por encima de todo eso, el programa más conocido en la ciudad es sin duda el Urban, que dejó en Gijón más de 14 millones de euros que se invirtieron, en su totalidad, en la zona Oeste, principalmente en La Calzada, entre el año 2000 y 2007. Hace dos años, el Ayuntamiento intentó conseguir un nuevo Urban, de 11 millones de euros, pero no fue posible. El Programa Operativo Local dejó, por su parte, 19 millones.

http://www.elcomerciodigital.com/v/20100411/gijon/millones-llegaron-europa-20100411.html