ELOGIO DE LA POLÍTICA

FESTINA LENTE

viernes, 14 de junio de 2013

Sobre el Pleno y Cabueñes. Nota de prensa UPyD Gijón

14 de Junio de 2013.- Para Armando Fernández Bartolomé, coordinador local de Unión, Progreso y Democracia en Gijón: “Foro debe mojarse más y no andar con medias tintas. No ayudó a la claridad su recurso de casación al plan anulado ni que acelerara la propuesta de aprobación inicial del plan de Cabueñes. El equipo de gobierno ha ido a bandazos, sin programa, y es el momento de mojarse. Nada  de “silencios administrativos” que aprueben el plan de Cabueñes por la puerta de atrás. Hay que volver al Pleno, plantear la aprobación, y que todos los partidos muestren sus cartas. Futuras sentencias y el voto de los gijoneses  pondrán a cada uno en su sitio".

Pleno del consistorio gijonés, en el ecuador del gobierno de Foro, marcado por la sin razón en materia urbanística, la demagogia y el partidismo  político.

PSOE e IU, sostenella y no enmendalla, reinciden en querer sacar adelante, contra viento y marea, planes parciales, como el de Cabueñes, incluidos en el segundo PGO anulado en la ciudad por su “irresponsable” gestión. PSOE e IU son los  causantes de las consecuencias y perjuicios que están derivando de  la anulación de dos planes de ordenación consecutivos y siguen con la suicida estrategia de “huir hacia adelante” buscando que la responsabilidad y el “marrón” se difuminen y que la inercia administrativa fuerce la no reversibilidad. Ellos tendrán que explicar por qué.

El PP gijonés vira y deja traslucir incoherencia, sucursalismo y táctismo electoralista. También los ciudadanos se merecen una explicación.

Desde UPyD Gijón volvemos a reafirmar que el plan anulado no sólo tenía  defectos formales sino también, y es lo más importante, graves defectos de fondo. Desde UPyD Gijón pedimos al Ayuntamiento que se haga un nuevo plan. Un plan de consenso. Un plan de futuro  que tenga como filosofía el convencimiento de que el  crecimiento ilimitado (en extenso) de las ciudades no es sinónimo de progreso y más cuando, como en este caso, no solo afecta a Gijón sino también a la ordenación territorial del centro de Asturias que debe estar sujeto a una coordinación supralocal buscando un urbanismo económicamente eficiente y al servicio de la calidad de vida de los ciudadanos.