ELOGIO DE LA POLÍTICA

FESTINA LENTE

viernes, 6 de noviembre de 2009

Mirando para otro lado

No parece lógico habilitar un aparcamiento a la salida de un colegio. Menos lógico perece que las maniobras de entrada y salida de ese aparcamiento se tengan que hacer sobre la acera. Y aún menos lógico parece ubicar una parada de autobús en el mismo sitio. No parece lógico por el peligro que entraña. Sin embargo, esto es lo que podemos ver a diario en el Colegio Público Begoña, en la c/Anselmo Solar (Viesques).
Por esta puerta salen la mayor parte de los aproximadamente 400 niños de entre 3 y 12 años que aquí estudian, acompañados de sus padres. A la salida se encontrarán con total probabilidad uno o dos coches estacionados en la acera, algún coche esperando para entrar desde Anselmo Solar, algún coche saliendo marcha atrás desde el aparcamiento y cualquiera de los autobuses de las líneas 4, 18 ó 26 que allí paran. Todo un espectáculo.
¿Qué opinión hay de este despropósito? Preguntemos a la dirección del Colegio Público Begoña, a la Asociación de Padres de Alumnos y al Ayuntamiento de Gijón.
La dirección del Colegio se desentiende del problema. Al menos eso es lo que uno deduce cuando su Director, tomando la carta que le entrego en mano hace ahora un año, me promete presentarla en la próxima reunión con el concejal del Ayuntamiento. Pero no en nombre del Colegio o su Dirección, sino como protesta de un padre de un alumno (o sea, que se limita a hacer de correveidile de mi queja sin tomar partido). Curiosamente, el Colegio Begoña ha sido galardonado recientemente al menos con dos premios por sus programas educativos sobre seguridad vial.
La Asociación de Padres de Alumnos sí se toma la seguridad de los niños en serio, hace suya la denuncia de la situación, y lo habla con el Ayuntamiento, pero no consigue más que la promesa de estudiar el tema, y mil explicaciones de su complejidad.
Y aquí llegamos al último responsable, nuestro Ayuntamiento. A la queja remitida por internet la respuesta oficial es que ya se han tomado medidas para mejorar la seguridad de los niños, a saber, la colocación de bolardos de separación. No obstante, explica el Ayuntamiento que “claro está, los niños, pasan por donde les parece y seguro que cruzan por entre los bolardos” (cita literal – ¡faltaría más, si no pasan entre los bolardos no salen del Colegio!). Termina la carta oficial con una explicación sobre lo complicado que es todo en esta vida: al parecer “el espacio de terreno existente a la entrada, desde la calle Anselmo Solar al Colegio Público Begoña y que por su parte derecha limita con la Urbanización Vegagrande, es de dos propietarios, el Ayuntamiento y la Urbanización mencionada”. Excusatio non petita, accusatio manifesta: qué más me dará a mi de quién son los terrenos, si lo único que pido es seguridad para mis hijos.
En honor a la verdad el Ayuntamiento sí ha tomado más medidas ante este problema. Todos los días, a la hora de la salida, uno o dos policías municipales se personan frente al Colegio. Desde la acera de enfrente, mirando para otro lado, esperan hasta que los niños han terminado de salir sin contratiempos.--

Santiago Martín González