En 1912, contra viento y marea, el gijonés Melquíades Álvarez (1864-1936) crea el Partido Republicano Reformista que tuvo en Asturias su mayor base electoral. El Partido Reformista fue un partido
de ideales republicanos, regeneracionistas, laicistas y anticaciquiles y en el que militó parte de la clase intelectual española del momento como García Morente , Azaña , Ortega y Gasset , Adolfo Posada o Adolfo Álvarez-Buylla. Como señala J. Varela: “el Partido Reformista defendió siempre un liberalismo democrático y social”
Fue por tanto Asturias cuna de una opción política que intentaba representar a la tercera España, ni de derechas ni de izquierdas, transversal y que desgraciadamente fracasó por el sectarismo político y la ignorancia. Una opción política que tuvo como principal meta desterrar el atraso cultural pues consideraba que era el primer paso hacia el desarrollo económico, siguiendo el modelo de las sociedades europeas modernas. Un reformismo que, salvando las distancias, es hoy más necesario que nunca y con el que sin duda enlaza la opción política que representa Unión, progreso y democracia
