ELOGIO DE LA POLÍTICA

FESTINA LENTE

domingo, 27 de febrero de 2011

Personal Ayuntamiento 2011

El personal fijo del Ayuntamiento de Gijón, sus tres organismos autónomos y sus empresas y sociedades suman este año un total de 2.487 trabajadores. El dato actualizado acaba de publicarse en los anexos del presupuesto general del ejercicio y no dejaría de ser una cifra más para la estadística si no fuera porque es, por primera vez en la historia de la organización moderna del personal municipal, una cifra a la baja. El descenso es mínimo, sólo 16 trabajadores con respecto al ejercicio de 2010, pero con cierto simbolismo que parece dar la razón a los sindicatos cuando critican la dejación de funciones del Ayuntamiento de Gijón en sus labores como patrón.

Que no es una responsabilidad baladí, y menos en estos tiempos de largas listas de parados, ya que el Ayuntamiento es una de las empresas más potentes de la ciudad en presupuesto y personal. A estos casi 2.500 trabajadores fijos hay que sumar todos los que tienen un puesto eventual y aquellos que, por etapas, cobran una nómina del Ayuntamiento a través de sus programas, planes y acciones de empleo. Los sindicatos contabilizan en casi cuatro millares las personas que cobran de las arcas municipales en los picos más altos de contratación que se pueden dar a lo largo del año. El presupuesto municipal consolidado del Ayuntamiento de Gijón para 2011 reserva 120 millones para gastos de personal: el 40% del total.

El descenso de personal fijo con respecto al año pasado se centra en las empresas de medio ambiente y transporte, que son junto a la empresa de aguas las que más cantidad de trabajadores tienen a su cargo. Ema contabiliza 156, Emulsa llega a 686 y Emtusa tiene 337. El Ayuntamiento, como tal, sólo baja en un registro su personal y las fundaciones, patronato y resto de sociedades clavan milimétricamente el número de trabajadores con que arrancaron el anterior ejercicio.

Los representantes de los trabajadores en el Ayuntamiento, que desde que se rebajaron los salarios a los funcionarios un 5% tienen una lucha abierta con el actual equipo de gobierno que les lleva a movilizarse en cada sesión plenaria, denuncian que de todas las contrataciones pactadas para los años 2008 a 2011 todavía no se ha ejecutado ni una mínima parte de los compromisos destinados al año 2008. Por eso, aseguran, no crece el empleo estable en el Ayuntamiento. Y van más allá al indicar que las pérdidas de personal que desvela esta última estadística son el resultado de la política municipal de no cubrir las jubilaciones que van teniendo lugar en cada área de trabajo.

A día de hoy la oferta de empleo público de 2011 que se puede ver en la web municipal se limita a dos ayudantes de programación y tres realizadores para el Jovellanos. El año pasado la oferta fue de cuatro empleos en Emulsa, tres en la Ema, 1 en el Jovellanos y 4 en el Centro Municipal de Empresas. El cambio laboral más singular ocurrido en los últimos meses no tiene que ver con los números sino con la obligación, impuesta desde un Juzgado por una demanda de UGT y CC OO, de que las más de 100 educadoras de las escuelas de bebés se integrasen en el convenio laboral del Ayuntamiento con plenos derechos.

No basta

27.02.11 - 02:09 -
DIEGO CABEZUDO | ARQUITECTO
El tema de la peatonalización es muy complejo y requiere un estudio profundo. Hay que tener en cuenta que hay un tráfico existente que hay que reordenar y dar salida; que hay muchos edificios con garaje a los que hay que acceder y que hay servicios que requieren llegar hasta cada portal como los de: bomberos, ambulancias, mudanzas, taxis y otros.
Creo que estamos todos de acuerdo en que hay que hacer un esfuerzo por recuperar la ciudad como espacio de convivencia, la ciudad habitable, respirable y paseable. Pero para ello no basta reordenar o prohibir el tráfico: es necesario recuperar los usos y actividades que siempre han caracterizado a la ciudad, de tal forma que la mayor parte de las actividades de la vida diaria del ciudadano se puedan hacer a pie: ir al cine, a la compra, al trabajo, al bar, etcétera. Es una contradicción crear grandes superficies en las afueras que obligan a usar el coche para ir a ellas o para traer la compra semanal o mensual (lo que exige además coches mayores), a las que ya hace falta acudir hasta para ir al cine o para disfrutar del ocio y después prohibir llegar con el coche de regreso hasta el centro; es una contradicción obligar, como hace el PGOU a todos los edificios nuevos a disponer de garaje y no permitir la llegada de los coches hasta ellos; es un contrasentido tratar de disminuir la contaminación atmosférica y las emisiones de CO2 solo restringiendo el tráfico rodado, cuando el 50% de la energía consumida y por lo tanto de las emisiones contaminantes son producidas por los edificios, con un parque envejecido y muy ineficientes desde ese punto de vista (el otro 50% se lo reparten el trafico y la industria)
Por eso pienso que, en vez de hablar de peatonalización de áreas, se debería hablar de creación de ejes peatonales para paseos, usos comerciales o de ocio, manteniendo una circulación mínima por el resto de las vías para cubrir las necesidades de transporte y servicios, además de tratar de recuperar los usos y actividades de que hablábamos antes. Ese era, por ejemplo, el sentido de la propuesta que hicimos cuando el concurso de ideas para el Muro de San Lorenzo, en el que ensanchábamos el paseo y establecíamos una circulación subterránea, para los desplazamientos de este a oeste de la ciudad, con aparcamientos incluidos, que continuábamos por la calle Jovellanos hasta El Humedal.
Por cierto que el pasado día 24 en un artículo de este mismo periódico se decía que «el PP pretende recuperar la idea del proyecto ganador del concurso del Muro, del arquitecto Celestino García Braña, que pasaba por el soterramiento del tráfico desde el paseo hasta El Humedal». Que yo recuerde, dicho proyecto no contemplaba nada de esto sino revestir las fachadas de vidrio, que es lo que finalmente se adoptó y se esta ejecutando. Era, en cambio, nuestra propuesta la que hacía de ello la idea central, soterrando el tráfico del Muro y llevándolo por Jovellanos hasta El Humedal. Y en todo caso, lo más fácil es soterrar el tráfico en el propio paseo; lo difícil es continuarlo desde El Náutico hasta el Humedal. Pero creemos que lo primero al menos algún día se hará, pues la signatura pendiente de Gijón es recuperar un verdadero paseo marítimo, con sol todo el año, con espacio para terrazas, con arbolado y con otros servicios, a la manera de Santander, San Sebastián u otras muchas ciudades costeras y turísticas.
En todo caso, es también un contrasentido, ahora que se habla tanto de abrir las ciudades al mar, que la nuestra este separada de éste y de la playa por una auténtica autovía de cuatro carriles, en la que se circula muchas veces a 80 kilómetros por hora, constituyendo una barrera a la que es necesario dotar de pasos subterráneos para cruzar, como se hace sólo con las vías férreas o las autopistas.

A Gijón le gusta caminar

enemos muchos coches. Tantos como unos 115.000. Pero, en realidad, lo que nos gusta es caminar. Así lo dicen las encuestas, que demuestran que hay un «escenario de movilidad que hace factible» el gran cambio que se persigue. Una transformación que, en unos años, debería dibujar una ciudad con tres claros protagonistas: los peatones, las bicicletas y las motos. Y, si fuera posible, habría que añadir un cuarto: los vehículos eléctricos. Y todo, en detrimento de los turismos.
Esa es la idea con la que trabaja el PSOE gijonés y que plasmará en su programa electoral. Pero, en realidad, es la filosofía que, según los expertos, deben seguir casi por imperativo todas las ciudades. «El modelo de municipios diseñados exclusivamente para los coches ha demostrado ser un fracaso», aseguran los técnicos. Y ha llegado la hora de buscar soluciones a ese fracaso. En principio, los gijoneses lo ponemos fácil. Porque el 61,46% de los desplazamientos que hacen los residentes en la ciudad son 'no mecanizados', esto es, a pie (aunque el epígrafe incluye también la bicicleta). Y el 38,54%, mecanizados, lo que incluye, por este orden: en vehículo privado (casi un 25%), en autobús urbano (poco más del 10%), y en otros medios (un 3,5%).
Los datos corresponden a la última gran encuesta local sobre movilidad realizada.2.500 personas contestaron a las preguntas, con motivo del estudio sobre la viabilidad de una línea de tranvía en la ciudad. Resultó que era imposible acometer la obra del tranvía. Pero quedó claro que el coche tiene menos importancia en nuestros movimientos del que pudiera parecer echando un vistazo a las calles. Vamos, por lo tanto, a pie. Especialmente, si se trata de comprar, de ir a visitar a alguien, de ocio, de dirigirse al lugar donde se cursan estudios... De hecho, analizando el medio de transporte según el motivo del desplazamiento, tan sólo en uno gana por goleada el vehículo particular: en aquellos viajes que se realizan por trabajo, que son, en realidad, la mayoría.
Es muy significativo el resultado del epígrafe de quienes se mueven para hacer compras. En ese caso, los pies son el medio mayoritario. Ganan casi por siete a uno al coche. «Esto sería un claro indicador de una buena acogida de zonas comerciales con más protagonismo de los peatones distribuidas por la ciudad», aseguran fuentes socialistas, que ven ahí reforzada su idea de ampliar las zonas peatonales en el centro de la ciudad, en todo el ámbito que va desde Capua hasta Cimavilla y desde la calle de Jovellanos hasta el Marqués, y llevar la iniciativa también a los barrios de la ciudad. Alfonso Perona, experto en movilidad que conoce muy bien Gijón, pone sobre la mesa otra de esas posibles zonas susceptibles de ver reducido su tráfico: «¿Por qué no toda la zona que rodea al Hipercor? Es evidente que la avenida de Constitución debe seguir absorbiendo mucho tráfico, pero muchas de las otras calles creo que pueden perder espacio para los coches, al menos para ver reducido su tráfico».
Expertos en movilidad no dudan de las ventajas de estas acciones, no sólo para el comercio, sino también para las características medioambientales, para la calidad del aire y de la vida de las ciudades. Aunque en realidad son los minoristas quienes deben opinar en este sentido y evaluar las ventajas y desventajas, más teniendo en cuenta que unos 20.000 trabajos de la ciudad dependen de este sector que, sumado al de la hostelería, supone un volumen de empleo y actividad económica más que importante.
También para disfrutar del ocio los gijoneses dicen preferir los medios 'no mecanizados', a pesar de que buena parte de esos lugares de ocio (merenderos, por ejemplo), están lejos del centro de la ciudad. Incluso para dirigirse al lugar en el que practicar deporte, vamos andando. En cualquier caso, para todas esas calles de las que ahora se habla y de otras posibles que se pueden sumar al estudio, hay varias opciones. La peatonalización radical es sólo una de ellas.
Menos de un coche por hogar
Dicho todo esto, es evidente que en Gijón hay muchos coches. Casi 115.000 según las cifras oficiales de 2010 sobre vehículos matriculados en la ciudad. La encuesta de movilidad realizada en 2008 reflejaba que en Gijón había en ese momento algo más de 100.000 unidades familiares (desde entonces la cifra se puede haber incrementado ligeramente). En algo más de la mitad de esos hogares sólo vive una o dos personas y en más del 90%, menos de cuatro. Con todo, la media de coches por hogar es de menos de uno. De quienes viven solos, la mayoría decía no disponer de vehículo privado. A eso se suma que más del 80% de los propietarios de vehículos, al menos del 'primer coche' de la familia, tienen plaza de garaje, ya sea en propiedad o alquilada (la primera opción es la que más gusta). Según esas cifras, buscando aparcamiento en las calles de la ciudad sólo quedaría el 20% de los turismos de Gijón.
Esa es la radiografía general de la movilidad en el municipio. Y, sobre ella, habrá que diseñar un futuro. Un futuro que pasa por vías jerarquizadas, por ejes que deberán seguir asumiendo el tráfico que la ciudad genera. Y por calles peatonales. Y por zonas 30, en aquellos lugares donde no sea visible eliminar la circulación, pero sí reducir la que soportan. También por corredores de transporte público. E incluso, por qué no, plantean desde el PSOE, por zonas con cambios 'horarios'. En pequeñas y grandes ciudades de todo el mundo hay determinadas vías que, en ciertos días de la semana, sábado y domingo por ejemplo, se convierten en peatonales.
El transporte público debería jugar un papel importante en ese diseño del Gijón de los próximos años. Pero también las motos, una «apuesta ganadora» para la movilidad según los expertos. Que los gijoneses se decantan cada vez más por las dos ruedas se hace evidente con las cifras: el número de motocicletas se ha más que duplicado en los últimos cinco años. Ocupan menos espacio y, por tanto, son más fáciles de aparcar. Su mantenimiento es más barato. Y transportan, por norma general, exactamente al mismo número de personas que un coche: un solo ocupante. Cualquier estudio, local o nacional, deja claro que en los desplazamientos por la ciudad rara vez en un coche hay copiloto y, menos, ocupantes en los asientos de atrás. En el futuro, por lo tanto, todo indica que habrá que potenciar el uso de motocicletas y ciclomotores. Xavier Ruestes, de la Fundación RACC, plantea algunas ideas para conseguirlo: prioridad en los pasos de peatones (líneas marcadas para las motos en 'primeras líneas'), más plazas de aparcamiento en superficie (esta es la política que se ha seguido en Gijón en los últimos años), mejores precios en los parkings subterráneos y bonificaciones en los impuestos locales.