ELOGIO DE LA POLÍTICA

FESTINA LENTE

domingo, 27 de febrero de 2011

A Gijón le gusta caminar

enemos muchos coches. Tantos como unos 115.000. Pero, en realidad, lo que nos gusta es caminar. Así lo dicen las encuestas, que demuestran que hay un «escenario de movilidad que hace factible» el gran cambio que se persigue. Una transformación que, en unos años, debería dibujar una ciudad con tres claros protagonistas: los peatones, las bicicletas y las motos. Y, si fuera posible, habría que añadir un cuarto: los vehículos eléctricos. Y todo, en detrimento de los turismos.
Esa es la idea con la que trabaja el PSOE gijonés y que plasmará en su programa electoral. Pero, en realidad, es la filosofía que, según los expertos, deben seguir casi por imperativo todas las ciudades. «El modelo de municipios diseñados exclusivamente para los coches ha demostrado ser un fracaso», aseguran los técnicos. Y ha llegado la hora de buscar soluciones a ese fracaso. En principio, los gijoneses lo ponemos fácil. Porque el 61,46% de los desplazamientos que hacen los residentes en la ciudad son 'no mecanizados', esto es, a pie (aunque el epígrafe incluye también la bicicleta). Y el 38,54%, mecanizados, lo que incluye, por este orden: en vehículo privado (casi un 25%), en autobús urbano (poco más del 10%), y en otros medios (un 3,5%).
Los datos corresponden a la última gran encuesta local sobre movilidad realizada.2.500 personas contestaron a las preguntas, con motivo del estudio sobre la viabilidad de una línea de tranvía en la ciudad. Resultó que era imposible acometer la obra del tranvía. Pero quedó claro que el coche tiene menos importancia en nuestros movimientos del que pudiera parecer echando un vistazo a las calles. Vamos, por lo tanto, a pie. Especialmente, si se trata de comprar, de ir a visitar a alguien, de ocio, de dirigirse al lugar donde se cursan estudios... De hecho, analizando el medio de transporte según el motivo del desplazamiento, tan sólo en uno gana por goleada el vehículo particular: en aquellos viajes que se realizan por trabajo, que son, en realidad, la mayoría.
Es muy significativo el resultado del epígrafe de quienes se mueven para hacer compras. En ese caso, los pies son el medio mayoritario. Ganan casi por siete a uno al coche. «Esto sería un claro indicador de una buena acogida de zonas comerciales con más protagonismo de los peatones distribuidas por la ciudad», aseguran fuentes socialistas, que ven ahí reforzada su idea de ampliar las zonas peatonales en el centro de la ciudad, en todo el ámbito que va desde Capua hasta Cimavilla y desde la calle de Jovellanos hasta el Marqués, y llevar la iniciativa también a los barrios de la ciudad. Alfonso Perona, experto en movilidad que conoce muy bien Gijón, pone sobre la mesa otra de esas posibles zonas susceptibles de ver reducido su tráfico: «¿Por qué no toda la zona que rodea al Hipercor? Es evidente que la avenida de Constitución debe seguir absorbiendo mucho tráfico, pero muchas de las otras calles creo que pueden perder espacio para los coches, al menos para ver reducido su tráfico».
Expertos en movilidad no dudan de las ventajas de estas acciones, no sólo para el comercio, sino también para las características medioambientales, para la calidad del aire y de la vida de las ciudades. Aunque en realidad son los minoristas quienes deben opinar en este sentido y evaluar las ventajas y desventajas, más teniendo en cuenta que unos 20.000 trabajos de la ciudad dependen de este sector que, sumado al de la hostelería, supone un volumen de empleo y actividad económica más que importante.
También para disfrutar del ocio los gijoneses dicen preferir los medios 'no mecanizados', a pesar de que buena parte de esos lugares de ocio (merenderos, por ejemplo), están lejos del centro de la ciudad. Incluso para dirigirse al lugar en el que practicar deporte, vamos andando. En cualquier caso, para todas esas calles de las que ahora se habla y de otras posibles que se pueden sumar al estudio, hay varias opciones. La peatonalización radical es sólo una de ellas.
Menos de un coche por hogar
Dicho todo esto, es evidente que en Gijón hay muchos coches. Casi 115.000 según las cifras oficiales de 2010 sobre vehículos matriculados en la ciudad. La encuesta de movilidad realizada en 2008 reflejaba que en Gijón había en ese momento algo más de 100.000 unidades familiares (desde entonces la cifra se puede haber incrementado ligeramente). En algo más de la mitad de esos hogares sólo vive una o dos personas y en más del 90%, menos de cuatro. Con todo, la media de coches por hogar es de menos de uno. De quienes viven solos, la mayoría decía no disponer de vehículo privado. A eso se suma que más del 80% de los propietarios de vehículos, al menos del 'primer coche' de la familia, tienen plaza de garaje, ya sea en propiedad o alquilada (la primera opción es la que más gusta). Según esas cifras, buscando aparcamiento en las calles de la ciudad sólo quedaría el 20% de los turismos de Gijón.
Esa es la radiografía general de la movilidad en el municipio. Y, sobre ella, habrá que diseñar un futuro. Un futuro que pasa por vías jerarquizadas, por ejes que deberán seguir asumiendo el tráfico que la ciudad genera. Y por calles peatonales. Y por zonas 30, en aquellos lugares donde no sea visible eliminar la circulación, pero sí reducir la que soportan. También por corredores de transporte público. E incluso, por qué no, plantean desde el PSOE, por zonas con cambios 'horarios'. En pequeñas y grandes ciudades de todo el mundo hay determinadas vías que, en ciertos días de la semana, sábado y domingo por ejemplo, se convierten en peatonales.
El transporte público debería jugar un papel importante en ese diseño del Gijón de los próximos años. Pero también las motos, una «apuesta ganadora» para la movilidad según los expertos. Que los gijoneses se decantan cada vez más por las dos ruedas se hace evidente con las cifras: el número de motocicletas se ha más que duplicado en los últimos cinco años. Ocupan menos espacio y, por tanto, son más fáciles de aparcar. Su mantenimiento es más barato. Y transportan, por norma general, exactamente al mismo número de personas que un coche: un solo ocupante. Cualquier estudio, local o nacional, deja claro que en los desplazamientos por la ciudad rara vez en un coche hay copiloto y, menos, ocupantes en los asientos de atrás. En el futuro, por lo tanto, todo indica que habrá que potenciar el uso de motocicletas y ciclomotores. Xavier Ruestes, de la Fundación RACC, plantea algunas ideas para conseguirlo: prioridad en los pasos de peatones (líneas marcadas para las motos en 'primeras líneas'), más plazas de aparcamiento en superficie (esta es la política que se ha seguido en Gijón en los últimos años), mejores precios en los parkings subterráneos y bonificaciones en los impuestos locales.

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