ELOGIO DE LA POLÍTICA

FESTINA LENTE

lunes, 8 de octubre de 2012

Los docentes de la concertada cobrarán mil euros menos en la extra de Navidad

 
 
«La crisis nos afecta a todos, pero sólo se habla de la pública». El director del gijonés Colegio de La Inmaculada, José Guerrero, es una de las voces que se alzan en la enseñanza concertada (tradicionalmente menos combativa) para denunciar la situación de un sector en el que «todo sube mientras el Gobierno recorta» en una suerte de ordeno y mando. Y pone un ejemplo: «El año pasado, a los concertados nos quitaron el 1,5% del módulo de otros gastos, en el que se incluyen desde el agua y luz a la limpieza. Este año, vuelven a recortar otro 1,5% . Y, encima, con efectos retroactivos. Desde enero».
La situación, aseguran, es tan sangrante que los principales sindicatos y organizaciones de la red se han declarado «al borde de la quiebra técnica» tras los últimos tijeretazos, que afectan a las condiciones de la enseñanza y la financiación pública. Agravadas, en algunos casos, por el retraso de las administraciones en el pago. Además, molestan las formas. El responsable del departamento jurídico de Escuelas Católicas, Luis Centeno, llegó a acusar al Ministerio de Educación de aplicar los ajustes «sin negociación ni diálogo», por la vía de los «hechos consumados». Una crítica que suscriben la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), la Unión de Cooperativas de Enseñanza (UECoE) y la Federación Española de Centros de Enseñanza de Economía Social (FED-ACES).
«Es un momento de extrema dificultad para la concertada, que sufre iguales recortes, si no peores, que la pública», denuncian los sindicatos en pleno. Además de referirse al decreto-ley que permite aumentar el número de alumnos por aula, la carga lectiva del profesorado y la reducción del módulo económico de concierto, cargan contra la medida del Gobierno central que acaba de refrendar el Principado: «Ahora van y bajan un 4,5% el sueldo del profesorado, también de forma retroactiva, lo que supone que los 3.000 docentes de la concertada cobrarán unos mil euros menos a final de año si tomamos como base un salario medio. 4,5% por catoce pagas».
Todavía no sabe el secretario general de la Organización de Trabajadores de Enseñanza Concertada (OTECAS), Juan Luis González, si el tajo repercutirá sobre la última nómina o la extra de Navidad pero todo indica que así será, como pasó en la pública. La diferencia, puntualiza José López-Sela, del mayoritario FSIE, radica en que, antes de la rebaja su sueldo ya era «notablemente inferior al de los funcionarios»; el recorte, que «se produce en «la comunidad que ya tenía la mayor diferencia» entre ambas redes, «en lugar de homologar a unos y otros», los distancia aún más.
«Una injusticia absoluta»
«Es una injusticia absoluta que nos deja casi como mileuristas», resume López-Sela, que recuerda que los docentes de los 70 centros escolares concertados asturianos -que suman 1.500 unidades y que cada año dejan fuera a unos 130 chicos por falta de plazas- atienden al 27% del alumnado total de la región y, sin embargo, la dotación que el Gobierno asigna a esta red es inferior al 12% del presupuesto de Educación para la pública, mientras que el salario de sus profesionales es un 18% inferior. Llueve sobre mojado y hay más motivos para la indignación: «El recorte que sufren los funcionarios no se consolida y en nuestro caso no se habla de que desaparezca el año que viene».
«A la consejera, que ha ocupado puestos muy destacados en el terreno de la igualdad, ya hemos tenido la oportunidad de trasladarse que la equidad no debería ser sólo entre hombres y mujeres», ironiza el portavoz de FSIE. Otro ejemplo: «Si en el caso de los centros públicos, la carga lectiva se ha aumentado de 18 a 20 horas en Secundaria, los docentes de la concertada estamos trabajando 25 horas semanales de toda la vida».
Pero los agravios siguen, dice Juan Luis González: «Las bajas del profesorado no se van a cubrir hasta pasadas dos semanas, al igual que en la pública. Pero es que en la concertada la plantilla es menor. Y, en Infantil, tenemos una ratio de 1/1. Un docente por aula. No hay más. Con lo que, si hubiese que sustituir a un compañero, eso nos obligaría a hacer grupos de 60 alumnos, con riesgo incluso para ellos. Y desaparecen también a las incentivos a las jubilaciones parciales anticipadas, que era la forma de rejuvenecer plantillas. ¿Más?».