Promotores y constructores reclaman que el nuevo Plan General de Ordenación (PGO) «incorpore alguna actuación residencial de magnitud suficiente para tomar el relevo de Roces». Todo ello para que cuando se desarrollen los cerca de 4.000 pisos de la nueva área residencial, dentro de tres años, exista ya una bolsa de suelo de similares características que cubra las necesidades de actividad de las empresas del sector, así como la demanda de vivienda de protección existente en el municipio.
La reclamación forma parte del escrito de sugerencias que la Confederación Asturiana de la Construcción (CAC) y Asprocon presentarán conjuntamente dentro del actual proceso de revisión del PGO. Ambas patronales, que a lo largo de este año se fusionarán en una única entidad, también piden «suelo industrial en cantidad suficiente» para atender los requerimientos de las empresas tanto del municipio como de fuera. Consideran que deben planificarse nuevos asentamientos industriales al margen del polígono de La Lloreda y la ZALIA, para evitar que la oferta se quede corta en los próximos diez años.
Los empresarios de la construcción también defienden como «imprescindible», y así lo hacen constar, que el nuevo PGO «respete todas las actuaciones y derechos adquiridos» en el PGOU anulado por los tribunales. En ese sentido, recuerdan que cualquier otra solución generaría graves problemas en el sector con negativa repercusión en la actividad económica y el empleo de Gijón. Además, advierten de las elevadas indemnizaciones que podrían derivarse para el Ayuntamiento si no se da cobertura legal a los proyectos urbanísticos que emanan del Plan Teixidor.
En cuanto al estudio de alternativas que recoge el documento de prioridades del PGO, la CAC y Asprocon se decantan a priori por la alternativa 2, la más ambiciosa y expansiva de las tres, que prevé la construcción de 24.200 viviendas con todos los proyectos incluidos en el PGOU anulado más nuevas bolsas de suelo residencial en Vega, Porceyo y Roces. Argumentan su apoyo en que esta opción representa la transformación urbanística de sólo el 2,75% del suelo del municipio. Un crecimiento que juzgan que no es desproporcionado y resulta acorde con el desarrollo económico que se supone que puede alcanzar Gijón en el próximo decenio.
Los promotores también incluyen observaciones en relación con los costes del suelo, para que en la propuesta de nuevos terrenos urbanizables del PGO se extreme el estudio de cargas-beneficios para conseguir que la materia prima del sector de la construcción tenga el mismo precio sea cual sea su ubicación.
También hay consideraciones expresas de respaldo al modelo de ciudad compacta que preconiza el documento de prioridades del Ayuntamiento y de rechazo al crecimiento de los núcleos rurales. Sobre esta última problemática consideran que la capacidad edificatoria que les confería el planeamiento anulado -2.000 viviendas- «es más que suficiente para atender las necesidades durante el plazo de vigencia del PGO». Esgrimen como razones de su postura la gran ocupación de territorio que suponen estos núcleos con una densidad de población escueta, además del encarecimiento de los servicios urbanos.
El Colegio de Arquitectos de Asturias también ultimó ayer, a través de su Comisión de Urbanismo, las sugerencias que van a aportar a este primer trámite de información pública y participación ciudadana. Su decano, Ángel Noriega, explicó que su escrito pretende servir de «llamada de atención» al Ayuntamiento en el sentido de que se convenza de la necesidad de abordar «un proceso de revisión en toda regla» y no se limite sólo a buscar una legalización del anterior plan anulado por los tribunales. Todo ello, indicó Noriega, sin obviar que uno de los objetivos de este proceso administrativo que se abre ahora es «salvar también los escollos judiciales en que el planeamiento urbanístico de Gijón está metido».
En el documento de sugerencias, el Colegio de Arquitectos también pide al Consistorio que reconsidere los números de proyección de vivienda. Según Noriega, «haciendo uso de los datos del documento de prioridades no se concluye que tenga que haber un gran crecimiento en los próximos años».
Otro asunto que preocupa a los técnicos es que el documento municipal atiende sólo a desarrollos futuros y no aborda la problemática de la ciudad construida y consolidada. En ese sentido, se echa en falta que el PGO en ciernes recoja la futura entrada del AVE a la ciudad, el nuevo barrio que surgirá con el plan de vías y la ordenación de los espacios que actualmente ocupan los astilleros.
En cuanto a la vivienda protegida, los arquitectos plantean que no existan monocultivos de esta tipología de pisos en determinadas zonas de la ciudad. Para ello proponen un reparto y asignación de unos porcentajes en todas las actuaciones que finalmente se incluyan en el futuro Plan General de Ordenación. Además, también se apoya la política de contención de los núcleos rurales «en tanto estructuras que requieren un tratamiento específico».
Otra observación que hace el Colegio de Arquitecto en sus sugerencias es que el nuevo PGO introduzca una nueva categoría de suelo no urbanizable, en la línea de lo que en su momento fue el no urbanizable genérico, «lo que ayudaría a diferenciar entre suelo de interés paisajístico y futuras reservas para desarrollos urbanísticos».
Por otra parte, el PP presentará esta tarde, a las 19 horas, su documento de sugerencias en la Biblioteca Pública Jovellanos. En dicho documento el grupo de la oposición solicita el traslado del astillero Juliana y del resto de la industria pesada de la zona de Poniente y El Natahoyo a El Musel. Al acto de los populares están invitados, entre otros, sindicatos, asociaciones empresariales y la Cámara de Comercio.
http://www.elcomerciodigital.com/v/20100219/gijon/promotores-reclaman-nuevo-actuacion-20100219.html
viernes, 19 de febrero de 2010
Vuelve la burra al prau!
JUAN CARLOS RÍO Y CARMEN SUÁREZ Hace ahora seis años en las calles de Gijón se comenzó a pedir clamorosamente aquello de «que los burros no tracen los caminos». Era la sugerencia vecinal, que estampada en camisetas verdes, se pretendía hacer llegar a nuestros gobernantes desde la zona rural, tras conocerse el pastel urbanístico que aquel PGOU reservaba para Gijón.
Todo sonaba a desbarajuste: se hubo que enterar por el periódico de todo ello; con miles de pisos vacíos se saltaba la ronda y se proyectaban pisos, «bulevares» y «villas» en la aldea; había vecinos que tendrían que pagar para que tiraran su propia casa, y hasta decían que Gijón tenía «sierra» -como Madrid-. Como remate de cinismo, el mismo que decía que «el valor de los terrenos de los aldeanos era cero», colmaba las apetencias de cierto empresario local, recalificando sus terrenos en Castiello, que ya no valían cero precisamente (las plusvalías del arquitecto municipal en Cabueñes todavía no se conocían).
En vista de estos desmanes, que nadie entendía, pero que sonaban a insulto a quienes conocían el sudor de la tierra -eso que sale cuando se trabaja- y a engaño a quienes necesitaban de verdad una vivienda -pues todos sabemos cómo de barata nos la ponen-, atribuir cualidades de jumento a los responsables de semejante desatino urbanístico fue algo tan natural como irrefrenable. Con tal chapuza que acumula ya cerca de 40 suspensos -uno por cada sentencia de contenciosos de vecinos y asociaciones-, estos sempiternos gobernantes de Gijón podrían colocar a nuestra ciudad en el circuito de los récords «Guinness», pues cuesta creer que haya más ayuntamientos de comparable currículum.
Suspender en la calle y en los tribunales de forma tan abrumadora -con el agravante de desatender las advertencias vecinales sobre las irregularidades jurídicas en que incurría el Plan de Urbanismo- debería tener algún coste, alguna responsabilidad. Nada, los únicos costes los pagamos nosotros de dos formas: la primera, con dinero público, al sufragar lo que costó la redacción del primer plan, los recursos del Ayuntamiento a los contenciosos y la redacción del nuevo, y la segunda, con el particular, al tener que afrontar los gastos de la batalla legal.
Y con este nuevo PGO, vuelta la burra al prau. ¿Qué es lo que necesita Gijón? El documento de prioridades ni define ni analiza las necesidades del municipio, y, por lo tanto, quedan sin justificar las actuaciones que planea. Confunde alternativas con modelos, y muestra tres grados de invasión rural que responden a valores muy dispares de viviendas.
¿Qué tipo de criterio, distintos de los que las leyes establecen para la ordenación de un territorio, tienen en cuenta, entonces? Después de lo visto estos años, pensamos que la respuesta es de cajón. De caja, mejor. Y es que, como en los seminarios, las vocaciones también van desapareciendo de la escena pública. El servicio al bien común ya no es asunto filantrópico, sino un oficio en el que sus agentes se sirven más que sirven y apenas necesitan creer en lo que dicen. Hasta en ocasiones parece que de la democracia sólo les interesa que de ella se puede vivir muy bien.
¿A que resulta muy difícil imaginar un escenario con nuestros regidores retornando a sus «antiguas profesiones»? Asunción de responsabilidades, dimisiones... son términos que no figuran en su código. En ese marco es fácil comprender que quien maneja el dinero tenga mucho que decir en el planeamiento de la ciudad. Ahora, con el documento de prioridades del PGO, no sabemos lo que necesita Gijón, pero cuando se apruebe el borrador inicial sabremos lo que quieren los constructores.
El cajón público, a su disposición. Como no se venden viviendas libres, éstas se recalifican ad hoc, con algún «grado de protección» para poder recibir subvenciones: decenas de millones de euros de dinero público a parar a los bolsillos de estos devotos del Tío Gilito. Dinero que ya no puede llegar a los servicios sociales, a la sanidad y a quien necesita de verdad una vivienda. Nos quieren convencer del interés social de la vivienda protegida, pero en realidad es su nuevo chollo.
Las VPC (viviendas de precio concertado, como las de Roces) no van destinadas a quien no tiene recursos para acceder a una vivienda, sino a personas con cualquier tipo de ingresos y que pueden tener otras viviendas. Así se muestra sin rubor en los anuncios publicitarios. ¿Éste es el interés general con el que se expropió en Roces?
Tenemos una ciudad con crecimiento vegetativo negativo, con índices de paro que duplican la media nacional, y contra eso los únicos proyectos que defienden son los que vienen impuestos desde fuera, que no generan empleo significativo y sí graves daños para la población y el medio ambiente, secuestrados deliberadamente del debate público y, por supuesto, del PGO: regasificadora, incineradora, ciclos combinados...
Es imprescindible ordenar el territorio de forma jurídicamente segura, de forma sostenible y atendiendo a las verdaderas necesidades de sus ciudadanos, pero hay fundadas razones que apuntan a que este nuevo PGO se tumbará de nuevo en los tribunales, con lo que todo ello significa.
No es su necedad lo que más nos crispa, aunque buenos cuartos nos cuesta. Es su disposición absoluta para ofrecer la grupa a los poderosos y el corvejón a los ciudadanos. Haxa salú.
Todo sonaba a desbarajuste: se hubo que enterar por el periódico de todo ello; con miles de pisos vacíos se saltaba la ronda y se proyectaban pisos, «bulevares» y «villas» en la aldea; había vecinos que tendrían que pagar para que tiraran su propia casa, y hasta decían que Gijón tenía «sierra» -como Madrid-. Como remate de cinismo, el mismo que decía que «el valor de los terrenos de los aldeanos era cero», colmaba las apetencias de cierto empresario local, recalificando sus terrenos en Castiello, que ya no valían cero precisamente (las plusvalías del arquitecto municipal en Cabueñes todavía no se conocían).
En vista de estos desmanes, que nadie entendía, pero que sonaban a insulto a quienes conocían el sudor de la tierra -eso que sale cuando se trabaja- y a engaño a quienes necesitaban de verdad una vivienda -pues todos sabemos cómo de barata nos la ponen-, atribuir cualidades de jumento a los responsables de semejante desatino urbanístico fue algo tan natural como irrefrenable. Con tal chapuza que acumula ya cerca de 40 suspensos -uno por cada sentencia de contenciosos de vecinos y asociaciones-, estos sempiternos gobernantes de Gijón podrían colocar a nuestra ciudad en el circuito de los récords «Guinness», pues cuesta creer que haya más ayuntamientos de comparable currículum.
Suspender en la calle y en los tribunales de forma tan abrumadora -con el agravante de desatender las advertencias vecinales sobre las irregularidades jurídicas en que incurría el Plan de Urbanismo- debería tener algún coste, alguna responsabilidad. Nada, los únicos costes los pagamos nosotros de dos formas: la primera, con dinero público, al sufragar lo que costó la redacción del primer plan, los recursos del Ayuntamiento a los contenciosos y la redacción del nuevo, y la segunda, con el particular, al tener que afrontar los gastos de la batalla legal.
Y con este nuevo PGO, vuelta la burra al prau. ¿Qué es lo que necesita Gijón? El documento de prioridades ni define ni analiza las necesidades del municipio, y, por lo tanto, quedan sin justificar las actuaciones que planea. Confunde alternativas con modelos, y muestra tres grados de invasión rural que responden a valores muy dispares de viviendas.
¿Qué tipo de criterio, distintos de los que las leyes establecen para la ordenación de un territorio, tienen en cuenta, entonces? Después de lo visto estos años, pensamos que la respuesta es de cajón. De caja, mejor. Y es que, como en los seminarios, las vocaciones también van desapareciendo de la escena pública. El servicio al bien común ya no es asunto filantrópico, sino un oficio en el que sus agentes se sirven más que sirven y apenas necesitan creer en lo que dicen. Hasta en ocasiones parece que de la democracia sólo les interesa que de ella se puede vivir muy bien.
¿A que resulta muy difícil imaginar un escenario con nuestros regidores retornando a sus «antiguas profesiones»? Asunción de responsabilidades, dimisiones... son términos que no figuran en su código. En ese marco es fácil comprender que quien maneja el dinero tenga mucho que decir en el planeamiento de la ciudad. Ahora, con el documento de prioridades del PGO, no sabemos lo que necesita Gijón, pero cuando se apruebe el borrador inicial sabremos lo que quieren los constructores.
El cajón público, a su disposición. Como no se venden viviendas libres, éstas se recalifican ad hoc, con algún «grado de protección» para poder recibir subvenciones: decenas de millones de euros de dinero público a parar a los bolsillos de estos devotos del Tío Gilito. Dinero que ya no puede llegar a los servicios sociales, a la sanidad y a quien necesita de verdad una vivienda. Nos quieren convencer del interés social de la vivienda protegida, pero en realidad es su nuevo chollo.
Las VPC (viviendas de precio concertado, como las de Roces) no van destinadas a quien no tiene recursos para acceder a una vivienda, sino a personas con cualquier tipo de ingresos y que pueden tener otras viviendas. Así se muestra sin rubor en los anuncios publicitarios. ¿Éste es el interés general con el que se expropió en Roces?
Tenemos una ciudad con crecimiento vegetativo negativo, con índices de paro que duplican la media nacional, y contra eso los únicos proyectos que defienden son los que vienen impuestos desde fuera, que no generan empleo significativo y sí graves daños para la población y el medio ambiente, secuestrados deliberadamente del debate público y, por supuesto, del PGO: regasificadora, incineradora, ciclos combinados...
Es imprescindible ordenar el territorio de forma jurídicamente segura, de forma sostenible y atendiendo a las verdaderas necesidades de sus ciudadanos, pero hay fundadas razones que apuntan a que este nuevo PGO se tumbará de nuevo en los tribunales, con lo que todo ello significa.
No es su necedad lo que más nos crispa, aunque buenos cuartos nos cuesta. Es su disposición absoluta para ofrecer la grupa a los poderosos y el corvejón a los ciudadanos. Haxa salú.
Lo que pide la zona rural
Proyectos como la zona logística o la incineradora no deberían, según los vecinos, tramitarse al margen del Plan de Ordenación - La Federación «Les Caseríes» solicita un documento con los pisos vacíos, los bajos sin uso y los solares pendientes de desarrollar
http://www.lne.es/gijon/2010/02/19/pide-zona-rural/875260.html
l Suelo industrial. Se piden explicaciones sobre la necesidad de vivienda y también de suelo industrial. «Las bolsas existentes o en desarrollo son desproporcionadas», sostienen los vecinos, para quienes «hay que tener en cuenta los efectos sobre la población y edificaciones» circundantes.
l La actividad agrícola. La zona rural plantea que se establezca, dentro del antiguo suelo no urbanizable, una categoría específica que fomente el uso agrícola y ganadero. «Estos usos deben mimarse por su potencialidad económica», defiende la Federación.
l Núcleos rurales. Según «Les Caseríes», esta figura urbanística «no está bien definida» y los argumentos que niegan su ampliación «resultan criticables». Por ejemplo: «Se nos reprocha que en núcleo rural no realizamos cesiones de suelo. Pues es así porque el Ayuntamiento lo considera oportuno, porque nosotros somos los primeros interesados en que, por la vía de la cesión, se hagan equipamientos que mejoren nuestra calidad de vida».
l Los descendientes. Se insiste en que el Ayuntamiento «mantenga la realidad plural de Gijón (la urbana y la rural)», garantizando el acceso al menos «de nuestros descendientes directos» a una casa dentro del núcleo rural. También, que se fomente la rehabilitación y la división horizontal, para que más de una familia pueda compartir las edificaciones rurales existentes.
l Parcela mínima. Solicitan, además, que «la inclusión de nuevas fincas en núcleo rural sea coherente con el estándar mínimo». Se ha dado el caso de vecinos a los que, partiendo de una parcela de 4.000 metros cuadrados, el Ayuntamiento sólo les ha recalificado como núcleo 3.000 «o incluso 3.950». Como sólo se puede construir a partir de 2.000 metros, «se producen sobrantes a los que no se puede sacar ningún provecho». La Federación cree que debería «reconsiderarse» el actual estándar de parcela y ordenar los núcleos sin recortes.
l Bajos, solares y telefonía. Incluir en los planos del PGO la ubicación de las antenas de telefonía móvil del concejo es otra de las peticiones de la zona rural. Como la elaboración de un documento «comprensivo» en el que figuren las obras paradas, los solares que faltan por desarrollar, las viviendas vacías y los bajos comerciales sin uso.
La propuesta urbanística de la Federación recibió en internet 845 consultas.
Sólo Somió ha generado 150 alegaciones, y en la parroquia de Vega ya se han recogido más de 200.
La plataforma contraria a las torres del área de Roces presentará otras 70.
http://www.lne.es/gijon/2010/02/19/participacion-ciudadana/875263.html
http://www.lne.es/gijon/2010/02/19/pide-zona-rural/875260.html
l Suelo industrial. Se piden explicaciones sobre la necesidad de vivienda y también de suelo industrial. «Las bolsas existentes o en desarrollo son desproporcionadas», sostienen los vecinos, para quienes «hay que tener en cuenta los efectos sobre la población y edificaciones» circundantes.
l La actividad agrícola. La zona rural plantea que se establezca, dentro del antiguo suelo no urbanizable, una categoría específica que fomente el uso agrícola y ganadero. «Estos usos deben mimarse por su potencialidad económica», defiende la Federación.
l Núcleos rurales. Según «Les Caseríes», esta figura urbanística «no está bien definida» y los argumentos que niegan su ampliación «resultan criticables». Por ejemplo: «Se nos reprocha que en núcleo rural no realizamos cesiones de suelo. Pues es así porque el Ayuntamiento lo considera oportuno, porque nosotros somos los primeros interesados en que, por la vía de la cesión, se hagan equipamientos que mejoren nuestra calidad de vida».
l Los descendientes. Se insiste en que el Ayuntamiento «mantenga la realidad plural de Gijón (la urbana y la rural)», garantizando el acceso al menos «de nuestros descendientes directos» a una casa dentro del núcleo rural. También, que se fomente la rehabilitación y la división horizontal, para que más de una familia pueda compartir las edificaciones rurales existentes.
l Parcela mínima. Solicitan, además, que «la inclusión de nuevas fincas en núcleo rural sea coherente con el estándar mínimo». Se ha dado el caso de vecinos a los que, partiendo de una parcela de 4.000 metros cuadrados, el Ayuntamiento sólo les ha recalificado como núcleo 3.000 «o incluso 3.950». Como sólo se puede construir a partir de 2.000 metros, «se producen sobrantes a los que no se puede sacar ningún provecho». La Federación cree que debería «reconsiderarse» el actual estándar de parcela y ordenar los núcleos sin recortes.
l Bajos, solares y telefonía. Incluir en los planos del PGO la ubicación de las antenas de telefonía móvil del concejo es otra de las peticiones de la zona rural. Como la elaboración de un documento «comprensivo» en el que figuren las obras paradas, los solares que faltan por desarrollar, las viviendas vacías y los bajos comerciales sin uso.
La propuesta urbanística de la Federación recibió en internet 845 consultas.
Sólo Somió ha generado 150 alegaciones, y en la parroquia de Vega ya se han recogido más de 200.
La plataforma contraria a las torres del área de Roces presentará otras 70.
http://www.lne.es/gijon/2010/02/19/participacion-ciudadana/875263.html
Los arquitectos aconsejan «no mirar tanto» por los grandes desarrollos residenciales
El Colegio de Arquitectos de Asturias considera que el Ayuntamiento debe abordar la revisión del Plan General de Ordenación (PGO) «en toda regla» y «no buscar únicamente la aprobación administrativa del planeamiento urbanístico anterior». Ésta es una de las sugerencias que la entidad profesional que preside Ángel Noriega trasladará hoy al equipo de gobierno a través del registro municipal y que ayer terminaron de pulir en una reunión celebrada en su sede de Oviedo.
El Ayuntamiento revisa su PGO después de haber recibido más de una treintena de sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Asturias anulando el plan que aprobó en diciembre de 2005. En opinión del Colegio de Arquitectos, y así lo exponen por escrito, se debería aprovechar este nuevo debate urbanístico para «incidir más en el tejido urbano existente, atendiendo a la recalificación y rehabilitación de los barrios o zonas urbanas ya consolidadas».
El documento de prioridades que sustenta la revisión del PGO -ahora sometido a una primera fase de información pública- incluye tres posibles alternativas, y las tres implican un crecimiento más allá de la Ronda Sur que oscila entre las 10.700 y las 24.200 viviendas. «Hay que mirar más hacia el interior de la ciudad consolidada, que podría acoger nuevos usos y posibilidades, y no concentrarse tanto en la expansión urbana», recalca Noriega.
Los arquitectos asturianos, que sí comparten con el Ayuntamiento su filosofía de contener la ampliación de los núcleos rurales, también sugieren «introducir un porcentaje de vivienda protegida en todos los sectores residenciales» que se desarrollen de ahora en adelante. «Aunque se asigne una proporción distinta a cada sector, habría que evitar las concentraciones de pisos de protección en unas determinadas zonas del concejo», señalan como «cuestión fundamental».
Entre las propuestas del Colegio de Arquitectos, figura además la de «recuperar la categoría de suelo no urbanizable en la línea de lo que fue en su día el suelo genérico (denominación que desapareció de la nomenclatura urbanística)». Según explica su presidente, «de esta forma se podría diferenciar el suelo de interés de aquel tipo de suelo que puede ser objeto de futuras expectativas».
El proceso de información pública finaliza mañana, sábado. El Ayuntamiento asegura que, en esta fase del procedimiento, sólo caben sugerencias. Es decir, observaciones de carácter general que no requieren contestación de los técnicos municipales. Los vecinos de la zona rural, sin embargo, aluden al artículo 78 del TROTU (el texto refundido de las disposiciones legales en materia de ordenación urbanística) para rebatir: «Aquí lo que procede son alegaciones, que sí tienen que responder motivadamente».
Pero los arquitectos no entran en este conflicto y centran su postura en cuestiones de carácter técnico que «pueden ser importantes de cara al futuro de la ciudad». El escrito que el Colegio presentará hoy en la Pescadería Municipal es fruto de casi dos meses de reuniones internas entre sus expertos urbanistas.
El colectivo profesional liderado por Ángel Noriega aprovecha esta revisión del Plan de Ordenación de la ciudad para analizar cuestiones «de mayor alcance». Cuestiones que afectan a la sostenibilidad medioambiental o a la movilidad de los gijoneses y que, según el Colegio de Arquitectos de Asturias, tienen que abordarse desde la perspectiva de las nuevas normativas y necesidades de los municipios del siglo XXI. Por ejemplo: «Hay que buscar y coordinar nuevas modalidades de transporte público».
También conviene «hacer una buena implantación de los usos del territorio», apuntó Ángel Noriega, «para que se puedan organizar mejor los desplazamientos» dentro del municipio. El Colegio de Arquitectos no es el único colectivo que ha mostrado preocupación por este asunto. El Partido Popular lo ha incluido igualmente en su documento de propuestas al Plan General. Dicho documento será presentado públicamente esta tarde, a las 19 horas, en la Biblioteca Pública «Jovellanos». En él se recoge la idea de acondicionar aparcamientos a la entrada de Gijón
http://www.lne.es/gijon/2010/02/19/arquitectos-aconsejan-mirar-grandes-desarrollos-residenciales/875258.html
El Ayuntamiento revisa su PGO después de haber recibido más de una treintena de sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Asturias anulando el plan que aprobó en diciembre de 2005. En opinión del Colegio de Arquitectos, y así lo exponen por escrito, se debería aprovechar este nuevo debate urbanístico para «incidir más en el tejido urbano existente, atendiendo a la recalificación y rehabilitación de los barrios o zonas urbanas ya consolidadas».
El documento de prioridades que sustenta la revisión del PGO -ahora sometido a una primera fase de información pública- incluye tres posibles alternativas, y las tres implican un crecimiento más allá de la Ronda Sur que oscila entre las 10.700 y las 24.200 viviendas. «Hay que mirar más hacia el interior de la ciudad consolidada, que podría acoger nuevos usos y posibilidades, y no concentrarse tanto en la expansión urbana», recalca Noriega.
Los arquitectos asturianos, que sí comparten con el Ayuntamiento su filosofía de contener la ampliación de los núcleos rurales, también sugieren «introducir un porcentaje de vivienda protegida en todos los sectores residenciales» que se desarrollen de ahora en adelante. «Aunque se asigne una proporción distinta a cada sector, habría que evitar las concentraciones de pisos de protección en unas determinadas zonas del concejo», señalan como «cuestión fundamental».
Entre las propuestas del Colegio de Arquitectos, figura además la de «recuperar la categoría de suelo no urbanizable en la línea de lo que fue en su día el suelo genérico (denominación que desapareció de la nomenclatura urbanística)». Según explica su presidente, «de esta forma se podría diferenciar el suelo de interés de aquel tipo de suelo que puede ser objeto de futuras expectativas».
El proceso de información pública finaliza mañana, sábado. El Ayuntamiento asegura que, en esta fase del procedimiento, sólo caben sugerencias. Es decir, observaciones de carácter general que no requieren contestación de los técnicos municipales. Los vecinos de la zona rural, sin embargo, aluden al artículo 78 del TROTU (el texto refundido de las disposiciones legales en materia de ordenación urbanística) para rebatir: «Aquí lo que procede son alegaciones, que sí tienen que responder motivadamente».
Pero los arquitectos no entran en este conflicto y centran su postura en cuestiones de carácter técnico que «pueden ser importantes de cara al futuro de la ciudad». El escrito que el Colegio presentará hoy en la Pescadería Municipal es fruto de casi dos meses de reuniones internas entre sus expertos urbanistas.
El colectivo profesional liderado por Ángel Noriega aprovecha esta revisión del Plan de Ordenación de la ciudad para analizar cuestiones «de mayor alcance». Cuestiones que afectan a la sostenibilidad medioambiental o a la movilidad de los gijoneses y que, según el Colegio de Arquitectos de Asturias, tienen que abordarse desde la perspectiva de las nuevas normativas y necesidades de los municipios del siglo XXI. Por ejemplo: «Hay que buscar y coordinar nuevas modalidades de transporte público».
También conviene «hacer una buena implantación de los usos del territorio», apuntó Ángel Noriega, «para que se puedan organizar mejor los desplazamientos» dentro del municipio. El Colegio de Arquitectos no es el único colectivo que ha mostrado preocupación por este asunto. El Partido Popular lo ha incluido igualmente en su documento de propuestas al Plan General. Dicho documento será presentado públicamente esta tarde, a las 19 horas, en la Biblioteca Pública «Jovellanos». En él se recoge la idea de acondicionar aparcamientos a la entrada de Gijón
http://www.lne.es/gijon/2010/02/19/arquitectos-aconsejan-mirar-grandes-desarrollos-residenciales/875258.html
Cualidades para la crisis
Estas son algunas cualidades de liderazgo que en la adversidad adquieren más importancia:
1. Integridad y honestidad intelectual. Se requiere para abandonar ideologías e intereses partidistas superados por una realidad desbordante y en permanente evolución. Los hechos son el único punto de partida fiable, de espaldas a ellos estrellarse es cuestión de tiempo.
2. Inteligencia analítica. La dificultad es tiempo para mentes lúcidas que no se quedan en los síntomas de la enfermedad, estudian las causas de la misma. Un diagnóstico acertado representa un porcentaje sensible de la solución final. Con él ya se está en la fase de recuperación.
3. Trabajo en equipo. Cuatro ojos ven más que dos. Cerca del líder ha de haber profesionales no sólo leales y comprometidos, sino brillantes e independientes. Sólo éstos dirán lo que otros silencian. La sinergia se acurruca en el espacio creativo entre legítimas diferencias y singularidades.
4. Sentido histórico del tiempo. Nada es por nada. La situación presente es consecuencia de un pasado que en sus excesos hay que superar y corregir. Alargar la resaca después de una cogorza importante no parece prudente.
5. Humildad para reconocer errores, solicitar ayuda y levantarse después de la caída. Esta interpretación deportiva de la vida confiere al líder agilidad de reflejos y flexibilidad mental.
6. El arte de la comunicación. Liderar es entablar una conversación de altura con la sociedad que se quiere servir. Al enfermo hay que decirle lo que tiene, trazar un plan de choque y acompañarle en su tratamiento. De la sinceridad y solvencia del galeno, depende en gran parte el estado de ánimo del paciente. Se precisan dotes de persuasión para explicar el cambio, superar las resistencias e involucrar a jugadores clave.
7. Coraje para tomar decisiones impopulares. Ajustarse al cinturón, liquidación de gastos prescindibles, eliminación de estructuras organizativas superfluas, congelación de salarios, son medidas de austeridad y rigor en la gestión que un elemental instinto de supervivencia aconseja al buen gobernante. El carácter y determinación de éste para remar contra corriente es un rasgo distintivo y crucial.
8. Autoridad moral para pedir los sacrificios que toda crisis reclama. No se pueden solicitar renuncias a los demás si algunos, los más allegados, permanecen en una situación de privilegio.
9. Un compromiso filosófico con valores irrenunciables como la justicia y la solidaridad. No pueden pagar justos por pecadores. Los responsables de la crisis no pueden irse de rositas mientras los más pobres sufren los peores zarpazos de ésta.
10. Espíritu maratoniano y estoico. La crisis se vive con intensidad, a la par que con serenidad y paciencia. Se necesita resistencia y voluntad para aguantar el tirón inicial y no quedar atrapado en el desánimo.
11. Espíritu de grandeza para apelar a lo mejor de cada ser humano.Tiempo de zozobra, la crisis es encrucijada propicia para soñar e imaginar un futuro mejor. El líder ha de saber que las buenas gentes sólo vibran y tienen fe en el mañana si irradia confianza y seguridad. Falto de estas sus promesas suenan a excusa y ciencia ficción.
Por si es usted uno de esos líderes obligados a gestionar una crisis, me despido con estas clarividentes palabras de Vaclav Havel: "Yo no sé si estos pensamientos gozarán del aplauso de los políticos. Pero yo no puedo ayudarles: nada me ha persuadido más que el convencimiento de que hacer lo que nuestro corazón nos dice que hagamos es la mejor política de todas". Me recuerda a la sabiduría del Principito. "Lo esencial es invisible a los ojos. Solo se ve bien con el corazón". Intuición genial, ¿se ha hecho el corazón un hueco en el hemiciclo parlamentario? ¿Y en nuestro quehacer habitual? Es la hora de corazones generosos, no de mentalidades egoístas.
Publicado el 17-02-2010 por Santiago Álvarez de Mon. Profesor Ordinario del IESE
http://www.expansionyempleo.com/2010/02/17/opinion/1266400122.html
1. Integridad y honestidad intelectual. Se requiere para abandonar ideologías e intereses partidistas superados por una realidad desbordante y en permanente evolución. Los hechos son el único punto de partida fiable, de espaldas a ellos estrellarse es cuestión de tiempo.
2. Inteligencia analítica. La dificultad es tiempo para mentes lúcidas que no se quedan en los síntomas de la enfermedad, estudian las causas de la misma. Un diagnóstico acertado representa un porcentaje sensible de la solución final. Con él ya se está en la fase de recuperación.
3. Trabajo en equipo. Cuatro ojos ven más que dos. Cerca del líder ha de haber profesionales no sólo leales y comprometidos, sino brillantes e independientes. Sólo éstos dirán lo que otros silencian. La sinergia se acurruca en el espacio creativo entre legítimas diferencias y singularidades.
4. Sentido histórico del tiempo. Nada es por nada. La situación presente es consecuencia de un pasado que en sus excesos hay que superar y corregir. Alargar la resaca después de una cogorza importante no parece prudente.
5. Humildad para reconocer errores, solicitar ayuda y levantarse después de la caída. Esta interpretación deportiva de la vida confiere al líder agilidad de reflejos y flexibilidad mental.
6. El arte de la comunicación. Liderar es entablar una conversación de altura con la sociedad que se quiere servir. Al enfermo hay que decirle lo que tiene, trazar un plan de choque y acompañarle en su tratamiento. De la sinceridad y solvencia del galeno, depende en gran parte el estado de ánimo del paciente. Se precisan dotes de persuasión para explicar el cambio, superar las resistencias e involucrar a jugadores clave.
7. Coraje para tomar decisiones impopulares. Ajustarse al cinturón, liquidación de gastos prescindibles, eliminación de estructuras organizativas superfluas, congelación de salarios, son medidas de austeridad y rigor en la gestión que un elemental instinto de supervivencia aconseja al buen gobernante. El carácter y determinación de éste para remar contra corriente es un rasgo distintivo y crucial.
8. Autoridad moral para pedir los sacrificios que toda crisis reclama. No se pueden solicitar renuncias a los demás si algunos, los más allegados, permanecen en una situación de privilegio.
9. Un compromiso filosófico con valores irrenunciables como la justicia y la solidaridad. No pueden pagar justos por pecadores. Los responsables de la crisis no pueden irse de rositas mientras los más pobres sufren los peores zarpazos de ésta.
10. Espíritu maratoniano y estoico. La crisis se vive con intensidad, a la par que con serenidad y paciencia. Se necesita resistencia y voluntad para aguantar el tirón inicial y no quedar atrapado en el desánimo.
11. Espíritu de grandeza para apelar a lo mejor de cada ser humano.Tiempo de zozobra, la crisis es encrucijada propicia para soñar e imaginar un futuro mejor. El líder ha de saber que las buenas gentes sólo vibran y tienen fe en el mañana si irradia confianza y seguridad. Falto de estas sus promesas suenan a excusa y ciencia ficción.
Por si es usted uno de esos líderes obligados a gestionar una crisis, me despido con estas clarividentes palabras de Vaclav Havel: "Yo no sé si estos pensamientos gozarán del aplauso de los políticos. Pero yo no puedo ayudarles: nada me ha persuadido más que el convencimiento de que hacer lo que nuestro corazón nos dice que hagamos es la mejor política de todas". Me recuerda a la sabiduría del Principito. "Lo esencial es invisible a los ojos. Solo se ve bien con el corazón". Intuición genial, ¿se ha hecho el corazón un hueco en el hemiciclo parlamentario? ¿Y en nuestro quehacer habitual? Es la hora de corazones generosos, no de mentalidades egoístas.
Publicado el 17-02-2010 por Santiago Álvarez de Mon. Profesor Ordinario del IESE
http://www.expansionyempleo.com/2010/02/17/opinion/1266400122.html
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