2.000 familias gijonesas viven, o lo han hecho en los diez primeros meses del año, de las ayudas sociales públicas. La abultada cifra es preocupante tanto en sí misma, ya que significa que dos millares de hogares en la ciudad no tienen recursos propios, como a la hora de hacer comparativas. De hecho, duplica a la registrada en todo el año pasado. El crecimiento de la demanda se ha traducido en una subida idéntica del gasto social, tanto de las arcas regionales, de las que sale el salario social, como de las municipales, que se encargan de las ayudas de emergencia. En total, más de 7,2 millones de desembolso.
Así figura en el último balance de la Fundación Municipal de Servicios Sociales al que ha tenido acceso EL COMERCIO. La estadística está elaborada con datos hasta 1 de octubre, en lo relativo al salario social y, hasta el pasado jueves, en lo que se refiere a las ayudas de emergencia.
Lo que reflejan los números oficiales es que, a lo largo de 2009, la crisis económica ha doblado la llegada a los centros de servicios sociales municipales de peticiones de personas que, o bien quieren cobrar el salario social, la renta mínima a la que tiene derecho cualquier asturiano que ingrese menos de 537 euros al mes, o, directamente, necesitan dinero en metálico.
Es decir, estos últimos requieren una de las denominadas ayudas de emergencia, prestaciones municipales destinadas a abonar desde el recibo del gas a la renta del piso. Incluso, hay quien tiene que recurrir a esta paga para poder hacer frente al coste de enterrar a un familiar.
Tanta ha sido la avalancha, que las trabajadoras sociales multiplican actividad. Hace un año, por ejemplo, tramitaban al mes una media de 55 peticiones de salario social. Este año, la intensidad mensual ha subido a 107 solicitudes. Con ese volumen mensual, a fecha del pasado 1 de octubre, en Gijón ya eran 1.661 las personas en nómina del salario social. De sus ingresos, se benefician 3.222 gijoneses. Con este ritmo creciente, lo más probable es que Gijón cierre el año con el triple de personas cobrando el salario social que en 2008, año que se cerró con 665.
Aunque no el doble, también ha crecido el volumen de personas que acuden a los servicios sociales municipales a pedir las ayudas de emergencia. Si en todo 2008 fueron 247 las prestaciones concedidas, hasta el pasado jueves eran ya 281 los beneficiarios. Es decir, un 14% más. En dinero, si a lo largo de 2008 el Ayuntamiento de Gijón desembolsó 220.195 euros en estas pagas, en menos de once meses lleva gastados ya 284.706 euros. Un 29% más.
Nuevo perfil
En el perfil del beneficiario de ambas prestaciones se nota también la crisis. Hasta el año pasado, salario social y ayudas de emergencia estaban casi reservadas a colectivos en riesgo de exclusión, ya sea por edad y escasa paga, ya por problemas de salud mental. Sin embargo, aunque la mujer sigue siendo mayoritaria en la petición de ayudas (una mujer que tiene familiares a su cargo y ningún apoyo extra), lo cierto es que la clase media se está incorporando al sistema de protección. Muchos parados a los que se les acabó el desempleo han visto en 2009 como pagar la hipoteca era imposible, o hacer frente al recibo del gas.
La crisis también va por barrios y 2009 ha sido especialmente duro para Nuevo Gijón, donde se han duplicado las ayudas de emergencia y, sobre todo, en El Natahoyo: se multiplicaron por 30
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