12 de mayo de 2010
Esta infraestructura no encuentra justificación alguna ni desde el punto de vista de las necesidades viarias, ni por su impacto ecológico, ni responde a una demanda social, ni es viable financieramente, y sólo se explica por el empecinamiento personal del Sr. Areces en seguir construyendo carreteras y cortando cintas.
La construcción de esta autovía es una enorme irresponsabilidad que vamos a pagar todos los asturianos, y no el ejecutivo socialista, durante los próximos 35 años a costa de recortar otras partidas de gasto público más necesarias, por el mero capricho de nuestro Presidente. La utilización del sistema de financiación mediante el llamado "peaje en sombra" permite ocultar el déficit de la inversión, al tiempo que prácticamente duplica su coste, lo que hace más intolerable esta decisión en plena crisis financiera y con la acuciante falta de recursos públicos.
En palabras de Humberto Rodríguez Solla, coordinador de UPyD en Asturias "es un disparate que, ante el fuerte ajuste en las cuentas públicas que es preciso realizar y el esfuerzo que esto va a suponer en servicios fundamentales como la sanidad, la educación o la dependencia, el Sr. Areces mantenga su capricho personal de construir la AS-III. Todos los asturianos han de saber que esta obra, que no es ni mucho menos prioritaria, va a hipotecar los presupuestos regionales durante décadas aunque no figure en el déficit por meros artificios contables, por lo que exigimos al gobierno socialista su inmediata paralización".
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