En los dos últimos años, el Ayuntamiento de Gijón ha vivido una batalla continua con los vecinos de El Pisón por su intención de construir allí la depuradora del Este, la segunda con la que contará el concejo. Y ahora inicia una nueva batalla, esta vez con la Comisión Europea, y ocasionada precisamente por todo lo contrario: la ausencia de dicha depuradora, que deberá tratar las aguas residuales de casi la mitad de la población de Gijón. Esta batalla se traduce, por el momento, en la intención de la Comisión de denunciar la situación ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Así lo anunció ayer el comisario europeo de Medio Ambiente, Janez Potocnik, tras la reunión de la Comisión Europea en la que se tomó esta decisión, a causa del «prolongado incumplimiento de la normativa de la UE sobre depuración de aguas residuales urbanas». Gijón no es un caso único: 38 'aglomeraciones' (pueden ser municipios o conjuntos de municipios) de todo el país (además de Gijón sólo han trascendido los casos de La Coruña y Santiago, en Galicia, y Benicarló, en Valencia) incumplen la normativa europea, a pesar de que Europa lleva seis años avisando y de que hace diez que estas cuestiones deberían estar solucionadas. La Comisión también llevará a Italia ante el Tribunal, porque 178 de sus ciudades siguen inclumpliendo la normativa.
Las reclamaciones europeas no son nuevas, ya que España había recibido ya dos apercibimientos por estas cuestiones. El último, en 2008, reclamando la construcción de la depuradora ya aprobada, presentada hace algo más de dos años, y pendiente de licitación. Como el proyecto no se ha hecho realidad, la Comisión Europea ha decidido presentar esta denuncia, aún no cursada, y de la que el Estado será informado.
La sentencia, en dos años
Ocurra lo que ocurra durante el proceso, la sentencia y, por lo tanto, la imposición de medidas correctoras o la posible sanción económica, no llegará antes de dos años. Fuentes de la Comisión aseguraron que la iniciativa se toma «en beneficio de la población europea» y recordaron que la normativa a cumplir fue aprobada por los propios países que la incumplen.
La cuestión es que la depuradora del Este es el único escollo a salvar para que Gijón pueda completar su Plan de Saneamiento de 1991. Entonces, se dividió la red local de saneamiento en dos cuencas. La Oeste cuenta con un emisario terrestre que lleva las aguas desde el pozo de tormentas de Poniente hasta la planta de pretratamiento de La Figar. De ahí el agua es llevada a la estación depuradora de Aboño. Existe otra estación de pretratamiento de La Figar.
En cuanto a la cuenca Este, no tiene depuradora, pero sí un colector que, junto con los de La Camocha y Somió, drena las aguas a la estación de pretratamiento del Pisón, La Plantona. Desde ahí las impulsa al emisario submarino de Peñarrubia, de 2,4 kilómetros de longitud. A pesar de todo esto, la propia alcaldesa ha dicho siempre, en respuesta a las críticas vecinales, que Gijón no tenía suficiente con una sola depuradora. Hace falta la otra, la que exige Europa. El Ayuntamiento y la Confederación Hidrográfica del Cantábrico hicieron ayer referencia a lo que existe y lo que está proyectado para asegurar, primero, que los problemas no son tan graves como pudiera parecer por el comunicado de la Comisión y, segundo, que en cualquier caso la solución está en camino.
En este sentido, la concejala de Medio Ambiente y presidenta de la Empresa Municipal de Aguas (EMA), Dulce Gallego, aseguró que «muy muy pronto» será licitada la depuradora, que será el paso «que solucione el tema».
Fuentes de la CHC apuntaron lo mismo, asegurando que «se están dando los pasos para poner remedio» a la situación denunciada. Estas mismas fuentes destacaron, no obstante, que las aguas del Este tienen pretratamiento, aunque esto «no es todo lo que exige Europa».
Por su parte, el Ministerio de Medio Ambiente aseguró que en febrero de 2009 ya contestó al último apercibimiento de la Comisión Europea, explicando que algunas de las aglomeraciones citadas ya cumplían entonces con la normativa.
El ministerio insiste en que muchas de las actuaciones que se exigen ahora ya están realizadas o en marcha y que, en algunos casos (que no sería el de Gijón) no son obligatorias, por tener menos de 15.000 habitantes. De todas formas, el ministerio recuerda que este asunto es «competencia municipal y autonómica», algo a lo que también hizo referencia la Confederación Hidrográfica.
Precisamente por eso fue la edil Dulce Gallego la que más explicaciones ofreció, matizando las palabras del comunicado del comisario, que mostraba su preocupación por los «peligros» de las aguas residuales no tratadas, que «pueden estar contaminadas, presentado un riesgo para la salud pública», así como «la fuente más significativa de contaminación en aguas costeras e interiores». Gallego dijo que las aguas residuales de Gijón «tienen un buen pretratamiento» y que el emisario las lleva «2,5 kilómetros» mar adentro «con fuertes oleajes. No en todos los casos la situación es igual. No es lo mismo que un mar en calma». La edil recordó los buenos resultados de los análisis de las aguas de baño.
En 1991, se aprobó la Directiva sobre el Tratamiento de las Aguas Residuales Urbanas, normativa que daba de plazo hasta el 31 de diciembre de 2000 para implantar sistemas adecuados de recogida y depuración de aguas residuales en las zonas urbanas de más de 15.000 habitantes. En 2004, la Comisión comprobó que eran muchos los que no cumplían las disposiciones, tantos como más de 200 núcleos urbanos en toda España. Muchos fueron subsanando las deficiencias, pero en 2008 aún había infracciones en más de 50. Gijón recibió entonces el segundo apercibimiento. En estos momentos, se han detectado infracciones en 38 núcleos.
http://www.elcomerciodigital.com/v/20100506/gijon/bruselas-denuncia-ayuntamiento-depurar-20100506.html
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