30.07.2010 - ARMANDO F. BARTOLOMÉCOORDINADOR LOCAL DE UPYD DE GIJÓN
En política, como en la vida, confundir lo fundamental con lo accesorio, si se hace sin querer, es signo de poca inteligencia y si se hace queriendo levanta la sospecha de que malévolamente se busca la distracción del respetable para ocultar la verdad...Viene esto a cuento porque estamos en días de obligado balance político municipal y, entre loas mediáticas a los que van y vienen y ruidos de cascos, no sabemos si los partidos que forman la actual Corporación nos toman por tontos o nos quieren entretener con sainetes sucesorios y con su estrategia del "y tú mas", evitando así entrar en lo crudo del asunto municipal gijonés y que se resume en lo siguiente: en estos momentos, las cuestiones domésticas más importantes para los ciudadanos gijoneses están absolutamente condicionadas por la crisis del sistema político español que tiene al PSOE y al PP como principales fautores.
El debate sobre el estado municipal debería haber arrancado del reconocimiento de que los problemas fundamentales que tenemos los ciudadanos que vivimos en Gijón, a día de hoy, son básicamente los mismos que los del resto de asturianos y españoles, es decir, los derivados de una aguda crisis económica (especialmente, el empobrecimiento general y el paro) que ha desnudado otras crisis aún mayores y de consecuencias muy peligrosas: por un lado, la crisis política (y de gobernabilidad) del modelo de Estado de las autonomías surgido de la Constitución de 1978, propiciada especialmente por las "ocurrencias confederales" del PSOE con sus carísimos pactos 'contra natura' con partidos nacionalistas y, por otro, una crisis moral producida por la partitocracia que, entre "mentiras, gürteles, marbellas y pretorias", está desangrando al propio corazón de la política: la participación. ciudadana.
¿Tiene esto algo que ver con lo local? Por supuesto, porque una de las razones de que la crisis económica sea tan virulenta en Gijón y en España radica en que el entramado institucional tejido en los últimos años por PSOE y PP está anémico y ha producido una estructura administrativa bastante ineficaz, politizada, insolidaria y, en gran medida, inviable económicamente, que lastra enormemente nuestras posibilidades de recuperación y desarrollo futuro y que ha sembrado una importante desmoralización ciudadana que se materializa en una preocupante desafección por lo público. Un ejemplo sangrante, entre otros muchos, de ambos cánceres políticos es la injusticia derivada del fraude fiscal (Gijón y Asturias incluidos) que se cuantifica en España en un 23% ,el doble que la media de la UE y que incluso el mismísimo sindicato del PSOE estima en 240.000 millones de euros anuales. Esta situación es aberrante y más cuando se están subiendo impuestos, recortando sueldos, congelando pensiones y amenazando derechos sociales. Pero lo verdaderamente insoportable es que en el programa electoral del PSOE se lleve anunciando desde hace treinta años que una de sus líneas de actuación prioritaria iba a ser la lucha contra el fraude fiscal. Éste si que es un problema importante para los gijoneses: la Ineficacia de sus instituciones y las mentiras de sus gobernantes.
La conclusión es clara: las cuestiones locales fundamentales están condicionadas por la crisis del sistema político español, que es preciso regenerar de forma urgente si queremos encontrar solución a la mayoría de los problemas cotidianos
Quizás lo más relevante en este debate del teatrillo de guiñol municipal hayan sido los silencios, lo que se sabe, pero nunca se dice, la trama oculta del guión porque, si bien es cierto que los sobrecostes de El Musel, el túnel del metrotrén, los retrasos en los accesos y autovías, la congelación de pensiones, los recortes de sueldos de los funcionarios, el fantasma del plan de vías, las incertidumbres con la llegada del AVE, los recortes en sanidad y en educación, la lentitud de la Justicia, la ausente ley de financiación local y. etcétera, etcétera, no son responsabilidad directa del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Gijón, también es cierto que sí lo es del PSOE que gobierna en Asturias y en España. Es decir, del mismo partido que, con la ayuda inestimable de IU, lleva gobernando y callando tres años en Gijón.
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