R. VALLE
Seis distritos para una ciudad y una ciudad para seis distritos. El Plan General de Ordenación (PGO) que ahora mismo está en proceso de información pública para conocimiento de todos los gijoneses plantea el desarrollo de Gijón teniendo en cuenta su división territorial en seis distritos. Para todos y cada uno de ellos se establece en el planeamiento urbanístico una estrategia de acción, un resumen de los proyectos en marcha para los próximos años y varias actuaciones singulares a tener en cuenta. A nivel general, la intención del plan es rellenar los vacíos de la ciudad consolidada entre la Ronda Sur y la Autovía Minera, que se convierten en las grandes vías de salida y entrada de la ciudad al tiempo que ejes de la distribución de los tráficos de la periferia urbana.
l Distrito Oeste. «Es quizás el distrito que más transformación sufrirá en la próxima década», se puede leer en la documentación del PGO. Y en esa transformación mucho tiene que ver tanto el proceso de ampliación del puerto de El Musel como el denominado «plan de vías» que coloca en Moreda la estación intermodal, generando toda una nueva trama urbana entre la zona oeste y el centro urbano. En el límite sur de ese distrito, los viales de acceso a El Musel, la ZALIA y los polígonos industriales buscan definir un «espacio industrial racional compatible con el uso residencial». Más allá de estos ambiciosos proyectos estratégicos y sus consecuencias directas en el terreno está la intención de rematar la mejora de la fachada marítima con la urbanización de El Arbeyal y la conversión del terreno que ocupase Naval Gijón en un suelo industrial abierto al mar donde convivirían empresas tecnológicas con firmas comerciales y hosteleras.
A nivel residencial se destaca la operación de vivienda protegida en Jove, con una previsión de unos 1.900 pisos, y se pone sobre la mesa la intención de realizar una gran operación de cirugía urbanística en el entorno de la avenida del Príncipe de Asturias que se rodearía de 767 viviendas. El plan de actuaciones del PGO también habla de la conversión del actual barrio de El Muselín en un parque y del desdoblamiento de la avenida de Juan Carlos I en el tramo comprendido entre la calle Agustín Argüelles y el parque de Moreda. Esta última obra tiene un coste de seis millones de euros.
l Distrito Este. El nuevo Plan General de Ordenación mantiene viva la intención municipal de conseguir la transformación de la fachada marítima de San Lorenzo gracias al plan especial de rehabilitación del Muro. A esa operación se suman las remodelaciones de las avenidas de Castilla y Pablo Iglesias y el desarrollo de la estación de El Bibio para «crear una nueva imagen de esta parte de la ciudad». Todo ello sin olvidar la reforma integral de El Molinón y su conversión en espacio comercial y hostelero. En el límite entre el distrito Este y el distrito periurbano está el plan de reforma interior de la costa este entre El Rinconín y La Guía, que busca recuperar para el uso de todos los ciudadanos espacios actualmente degradados.
El Plan General hace también especial mención a la conexión con el nuevo espacio urbano de Cabueñes que suponen las avenidas de Albert Einstein y la Pecuaria y recuerda que, al sur de este ámbito territorial, los enlaces a través de La Coría y Viñao con los nuevos urbanizables de Castiello y Granda consolidan ese espacio urbano del distrito.
Dos actuaciones especiales vinculadas a este ámbito territorial son el desarrollo del plan director del recinto ferial Luis Adaro y el espacio de aparcamientos del entorno de la Laboral, que tiene un coste ya estimado de siete millones de euros.
l Distrito Centro. Al denominado centro urbano se vinculan proyectos tan llamativos como la conversión de la Fábrica de Tabacos en el Museo de Gijón (15 millones) o la reurbanización del paseo de Fomento (1 millón), sin olvidar el cambio que supondrá en ese ámbito la operación de penetración del ferrocarril con su urbanístico «plan de vías». Y así en la documentación del plan se puede leer que «el nuevo diseño de la plaza de El Humedal con la estación intermodal, la urbanización de la zona de vías y la estación subterránea de la plaza de Europa cambiarán el aspecto de un centro urbano al que hay que dotar también de un nuevo equipamiento deportivo y administrativo con la reserva de dotaciones previstas para servicios públicos».
Los urbanistas relacionan también la mejora de la imagen del centro con el plan municipal de subvenciones para la rehabilitación de fachadas y con los proyectos de mejora de las áreas comerciales, peatonalización de espacios de uso masivo y aplicación de la modalidad de «zona 30» para aliviar la densidad del tráfico. Las estrategias de movilidad del Plan General suponen un impulso al uso del transporte público o vehículos alternativos como la bicicleta en detrimento del coche privado. En este sentido se da carácter de aparcamientos disuasorios a los subterráneos a construir cerca del Palacio de Justicia y en la conexión de la avenida de Portugal con Sanz Crespo.
A lo largo de la documentación del Plan General se hace referencia al proyecto de urbanización de la avenida de Manuel Llaneza y al diseño de una circunvalación interior en Cimadevilla con la prolongación de las calles de Honesto Batalón y Maximino Marino Fernández.
http://www.lne.es/gijon/2010/08/13/ciudad-ensamblada/954477.html
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