. M. CEINOS
La inauguración, el pasado martes, de la ampliación del puerto exterior de El Musel, supone la finalización de la obra civil emprendida en 2005 para duplicar los espacios portuarios (tanto en lámina de agua como en metros lineales de atraque en muelles y de superficie terrestre), es decir, el epílogo de una idea dada a conocer en agosto de 2000. Pero ahora el superpuerto debe empezar a escribir el prólogo de su futuro. El Musel acaba de entrar en su año cero.
A raíz del arranque de la discusión sobre los proyectos para ampliar El Musel, en el año 2002, en el plan director del puerto se justificaba la ampliación en las siguientes previsiones: la construcción de una planta de regasificación, de un oleoducto Gijón-León, la implantación de una terminal de carbón térmico en La Robla (León), la mejora de los accesos ferroviarios, la construcción de un puerto seco en León y la captación de tráficos de automóviles y de pasajeros.
Años después, desde el Gobierno de Asturias, por boca de su presidente, Vicente Álvarez Areces, se daba una vuelta más de tuerca y se anunciaba al puerto exterior como el lugar de ubicación de un denominado polo energético que estaría formado por una planta de regasificación (para abastecer once futuras plantas de ciclo combinado a implantar en Asturias, una de ellas en terrenos portuarios), dos plantas de combustible biodiésel y un parque eólico generador de energía eléctrica. En su recién comenzado año cero, el superpuerto a los pies del cabo de Torres está en la siguiente situación:
l Nueva terminal de graneles sólidos. La ampliación portuaria se acometió para habilitar una nueva y mayor terminal de graneles sólidos (mineral de hierro y carbones térmicos y siderúrgicos) en el flamante muelle Norte y así «jubilar» la que gestiona, en el muelle del Ingeniero Marcelino León, la empresa mixta EBHISA -en la que tiene mayoría accionarial la Autoridad Portuaria de Gijón-, y una terminal de graneles líquidos (gases licuados). La terminal de graneles sólidos es la pieza esencial del puerto, ya que en ella se descarga el mineral de hierro y el carbón siderúrgico que abastece a la siderúrgica Arcelor-Mittal y el carbón térmico de importación destinado a las centrales asturianas y del norte de Castilla y León. Ahora bien, el 30 de junio de 2010, el consejo de administración de la Autoridad Portuaria acordó prorrogar 30 años la concesión a EBHISA de la terminal granelera que explota desde abril de 1991. Falta por despejar, por tanto, quién se hará cargo de la nueva terminal del superpuerto: si la propia EBHISA (sin mayoría accionarial de la Autoridad Portuaria) u otra empresa privada. Por la terminal pasa prácticamente el 80 por ciento de los tráficos portuarios, que el año pasado se elevaron a 16 millones de toneladas en total (faltan por conocerse los datos pormenorizados). Además de la Autoridad Portuaria, son accionistas minoritarios de EBHISA: Arcelor-Mittal, HC Energía, la cementera Tudela Veguín y Oligsa.
l Nueva terminal de graneles líquidos. Con dos puestos de atraque, dicha terminal tiene como objeto abastecer de gas natural licuado a la planta de regasificación. Por el momento nadie está dispuesto a hacerse cargo de su habilitación y explotación.
l Planta de regasificación de gas licuado. La construye actualmente la UTE formada por Duro Felguera y FCC para Enagás, empresa que en su día anunció una inversión inicial de 377 millones de euros para la construcción de la planta. Por su parte, tanto HC como Endesa descartan, en este momento de crisis, construir una central eléctrica de ciclo combinado en terrenos de El Musel, pero no cierran las puertas a ello, al no haber retirado el aval.
l Nueva terminal de contenedores. La actual, que explota la empresa privada Terminal de Contenedores de Gijón, está situada en los muelles de La Osa. El proyecto es que una vez que EBHISA deje libre el muelle del Ingeniero Marcelino León, allí se ubique la nueva terminal de contenedores, una de las joyas de la nueva estrategia del puerto.
l Nuevos accesos por carretera. Tras casi diez años de polémica sobre el trazado de la autovía de acceso al puerto exterior, en marzo de 2005 se presentó el proyecto consensuado con el Ministerio de Fomento para construir dos autovías a El Musel: una por Jove y la otra por el valle del río Aboño. Ninguna de estas obras ha sido aún licitada. Se construyó una carretera y un túnel por debajo del cabo de Torres como nuevo acceso a la zona de ampliación del puerto. El Ayuntamiento de Gijón está a la espera de las licitaciones para acometer la construcción de un gran paseo entre La Calzada y Jove por encima de la autovía de entrada por el Sur a El Musel. Asimismo, mientras las dos autovías no estén en servicio, el Ministerio de Fomento conservará la propiedad de la avenida del Príncipe de Asturias, que el Ayuntamiento reclama para habilitar un bulevar que comunique La Calzada y Pumarín.
l ZALIA. La Zona de Actividades Logística e Industriales de Asturias (ZALIA) es otra pieza esencial para el desarrollo del superpuerto. A mediados del pasado mes de diciembre se colocó la primera piedra.
l Ferrocarril. Una buena comunicación ferroviaria con la Meseta es fundamental para comunicar El Musel con su «hinterland» de Castilla y León. La variante ferroviaria de Pajares todavía está en obras.
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