ELOGIO DE LA POLÍTICA

FESTINA LENTE

martes, 8 de abril de 2014

¡Manos a la obra!

La necesidad de una reforma integral en el sistema educativo asturiano

05.04.2014 | 01:49
¡Manos a la obra!
¡Manos a la obra!
 

El caserón educativo asturiano necesita una reforma integral. Su estructura básica, el mapa escolar nacido de la doble red de centros públicos y privados, fue diseñada hace treinta años para unas circunstancias que han variado de forma sustancial: la natalidad ha descendido dramáticamente, las redes viarias y comunicativas han acortado las distancias y tenemos nuevas necesidades derivadas de una sociedad mucho más compleja, heterogénea y azotada por la crisis .
Con la asunción de competencias educativas en el año 2000, Asturias se encontró con un mapa escolar consolidado, con elevado volumen de recursos materiales y humanos y grandes expectativas puestas en la descentralización administrativa. Hay que reconocer que durante la siguiente década se impulsaron nuevos programas, se aumentó la financiación y se bajaron las ratios profesor/alumno pero no se afrontó el doble problema que aquejaba de raíz al sistema educativo desde finales de los 90 como era, por un lado y hacia afuera, la ausencia de un proyecto político, social y económico para Asturias que marcara objetivos al sistema, incluida la Universidad que merece un capítulo aparte, y por otro y hacia dentro, la ausencia de un modelo de gestión moderno y profesionalizado acorde con la nueva realidad social.
Esta ausencia de proyecto, que persiste, no ha permitido una planificación ni cuantitativa ni cualitativa, hace al sistema impermeable a la rendición de cuentas y genera una grave injusticia social. Si parte de la oferta de Formación Profesional no responde a las necesidades del mercado de trabajo actual, o tenemos porcentajes de fracaso y abandono escolar inasumibles, o se desvalorizan los títulos universitarios, o la oferta para el aprendizaje de lenguas extranjeras es deficiente... quien más lo sufre son las familias con menos recursos económicos que no pueden buscar salidas alternativas. De hecho, por ejemplo, el dominio de lenguas extranjeras sigue siendo un factor importantísimo de desigualdad entre los jóvenes asturianos y algo que hay que remediar con urgencia más allá de la retórica propagandística de los mal llamados "programas bilingües".
Por otro lado no se puede administrar presupuestos millonarios, con decenas de centros y una plantilla de miles de trabajadores, con un modelo de gestión del siglo pasado. A nuestro juicio, y como ha puesto de manifiesta la Comisión sobre el Caso Marea, la indolente gestión del sistema educativo asturiano fue maquillada durante años por la burbuja presupuestaria y por un centralismo administrativo rígido, clientelar, opaco, burocrático e intervencionista teniendo los centros educativos públicos muy limitada su autonomía para disponer de recursos y tomar iniciativas. Y a día de hoy, seguimos igual: sin proyecto, sin planificación y "parcheando" pero con una restricción presupuestaria que ha puesto de manifiesto las ineficiencias del sistema.
En resumen: el desgobierno en la Consejería de Educación nos ha dejado una última década mediocre y que tiene como consecuencias más dolorosas: la desmoralización de la comunidad educativa que no percibe liderazgos ni éticos ni pedagógicos, las altas tasas de interinidad de los claustros en los centros públicos que dinamitan el trabajo en equipo y el aumento de los índices de desigualdad educativa materializada en el abandono progresivo de las clases medias del sistema educativo público que nos conduce a un modelo dual que tiende a reproducir las desigualdades que el propio sistema, nacido del acuerdo sobre conciertos, justamente debería contribuir a superar.
Asturias necesita un plan de rehabilitación integral del edificio educativo, y no sólo de fachada, que devuelva la ilusión a sus inquilinos y que distribuya equitativamente los espacios para ganar en cohesión, eficacia, funcionalidad y eficiencia energética. También precisamos un informe técnico previo sobre su actual estado: fortalezas y paredes de carga, vicios ocultos, fatiga de materiales porque sin diagnóstico compartido no puede haber terapia.
Para UPyD lo descrito no es solo una anomalía asturiana y afecta, en lo sustancial, a todas las comunidades autónomas desde el "troceamiento" del sistema educativo español en 17 taifas con legislaciones y prácticas muy distintas y contradictorias. Sirva de ejemplo el actual lío con los sistemas de oposiciones, calendarios y elaboración de listas de interinos y lo racional que sería que existieran los mismos criterios para todo el país... Por ello consideramos que España necesita una reforma educativa, sustentada por un pacto político, que contemple la devolución al Estado de las competencias en educación, sin perjuicio de que la gestión siga siendo desempeñada por las autonomías. Y mientras tanto y por las mismas razones consideramos que, también en Asturias, es igualmente necesario contar con un pacto entre las fuerzas políticas, y no solo de acuerdos con sindicatos, que permita establecer un sistema equitativo, estable y de calidad.
Estas son las razones por las que UPyD exigió en el acuerdo de legislatura con el PSOE, y como prioridad política, que se elaborara un "libro blanco" (riguroso e imparcial) sobre el sistema educativo asturiano que permitiera evaluarlo integralmente, como primer paso para salir de esta inercia que amenaza ruina. Estimamos que tener un diagnóstico, exhaustivo y público, es muy importante porque ayuda a desideologizar y centrar el debate, permite establecer objetivos realistas y facilita un pacto entre las fuerzas políticas y sociales. En fin... este informe pondría los cimientos para establecer un proyecto político del que ahora carecemos. Señora Consejera? ¡manos a la obra!

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