03.12.09 - 02:28 -
PEDRO HERRERO
Parece que en España hubiésemos apagado la máquina de fabricar políticos hace diez años. Hoy, salvo contadas excepciones, una parte sustancial de su primera línea parece caída en manos de un movimiento 'okupa' de colmillo retorcido, malos funcionarios, trepas sin complejos y florecillas del campo sin mucha idea. Genera dudas irse con ellos a comer, imagínense enfrentarse a una crisis económica. Gobernar con el viento a la espalda empujando las velas es pan comido. Sin una oposición de verdad, con mantener contenta a la santísima trinidad (Caja, sindicatos y constructores) con algún guiño al Sporting y al feminismo, Gijón casi se gestiona por inercia. El problema es que el mundo no se para por haber renunciado a nuestra responsabilidad pública. Año tras año, una administración liderada por políticos condiciona nuestra vida. Y hoy, con la misma 'banda', la situación es bien distinta.
Después de unas cuentas autonómicas de cuento, ayuntamientos con similar pacto de gobierno daban miedo. Gijón, afortunadamente, no ha sido el caso. Para tener utilidad, los presupuestos deben construirse desde una previsión de ingresos realista que sirve para negociar y discrepar. Mis críticas: desde el 2008 en Gijón subió un 14% el gastos de personal, 38 euros de cada 100 van a nóminas, y subiendo; en 'economía de guerra', reduciendo consumos superfluos y viajes, aumentar un 1% el gasto corriente no parece justificado. Son puntos de vista discutibles, pero sobre una base de ingresos razonables. Es positivo que el responsable de Hacienda haya decidido dar entrada en las cuentas públicas a la realidad económica. La complicada tarea de trabajar 'a la baja' es una dura prueba difícil de asumir para cualquier gestor. Se nota su valiosa experiencia en el entorno universitario.
http://www.elcomerciodigital.com/20091203/gijon/distintas-calculadoras-20091203.html
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