En una entrevista publicada hoy por "El Comercio" la diputada regional del PSOE comenta sobre UPyD:
-¿La abstención, más que la fuga de votos hacia otras formaciones, es el peligro?
-Sí, creo que sí. No creo que se vayan a ir votos hacia la derecha.
-El PP se ha dividido en dos. Eso, aparentemente, les favorece.
-Más que dividido, destrozado. Ahora se ha ido Cascos, pero antes se fue Morales. Y está UPyD.
-UPyD nace de la izquierda.
-Son de derechas, se pongan como se pongan.
Pues bien , Doña Clara desde UPyD queremos decirle que si ser un partido nacional y europeísta que aspira a invertir la tendencia actual de debilidad y centrifugación del Estado y, al contrario, lo considera un elemento imprescindible para garantizar un sistema administrativo central, autonómico y local viable, construido sobre la base de la igualdad entre ciudadanos independientemente de su lugar de residencia, es ser un partido de derechas pues entonces lo somos.
Si ser un partido que defiende el mismo discurso político en todas las comunidades autónomas y que cree que es imprescindible reforzar aquello que nos une, más que ahondar en nuestras diferencias. Un partido que apuesta por unos servicios públicos de calidad y eficientes, beligerante con las posiciones políticas que desde la demagogia y la irresponsabilidad reniegan de toda reforma que posibilite la supervivencia del Estado del Bienestar. Un partido que cree en la libertad de mercado como uno de los pilares que propician el progreso social y económico, que ha de estar basado en los principios de libertad individual, igualdad, justicia y solidaridad entre todos los españoles. Un partido que aspira a regenerar la vida política y a reformar las instituciones para que éstas realmente sirvan al bienestar de las personas. Si ser un partido así es de derechas pues entonces lo somos.
Y Si defender que una Oferta regeneradora pasa ineludiblemente por la ruptura de la actual dinámica política, basada en un acuerdo tácito entre PSOE y PP para no modificar ninguna de las estructuras que les permite alternarse en el poder y que niega el protagonismo a la sociedad civil propiciando una perniciosa “cultura de la dependencia” apoyada en una extensa red clientelar. Entonces, Doña Clara, si usted lo desea así, somos de derechas y usted de izquierdas. Salud
Lo que uno es lo dicen los hechos, no las etiquetas que uno se ponga (o le pongan). Doña Clara, por ejemplo, no sé si será de izquierdas o no; pero lo que admite duda es que es una profesional de la política al servicio incondicional del partido que le da de comer (no pongo las siglas porque no sé si alguna de ellas le será aplicable).
ResponderEliminarImpresionante argumentario. Se puede decir mas alto pero no mas claro.
ResponderEliminarGenial Armando!!!
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