Playu de 1958, licenciado en Filosofía, casado, dos hijas  y profesor en el IES Rosario Acuña. Aficionado a la montaña y a correr  por la playa y fiel defensor de que, en esta vida, «hay que mojarse»,  como en las comunidades de vecinos, donde «todo el mundo protesta pero  nadie quiere ser presidente». Esa es la 'autopresentación' de Armando  Fernández, candidato de UPyD a la Alcaldía de Gijón, una carrera que  emprende «con mucha ilusión» para que su partido sea «decisivo» en la  próxima Corporación y para que los ciudadanos protagonicen «un cambio  cultural». 
 -¿Cómo acaba un profesor de Filosofía metido en política? 
-Crecí en un ambiente muy politizado, con gran  preocupación por la ética y la política. Siempre he pertenecido a  movimientos sociales y he creído que participar en política es un deber y  un derecho. 
 -¿Por qué UPyD? 
-Primero, porque encuentro apasionante participar en la  formación de un partido. Y también por el descontento con los otros  partidos. Éste nació como un zapato hecho a medida para mucha gente: no  tienes lastre, ni clientelas.
 -Pero tampoco tiene aparato, y eso tiene sus desventajas. 
-No. En España hay un mercado muy cerrado y Gijón es la  prueba: llevamos 30 años con el mismo escenario político. Esa es la  desventaja. Pero creo que es una gran ventaja partir de cero con una  reflexión previa muy clara de qué debe ser un partido político.  
 -Actitudes como las de los eurodiputados y sus viajes en 'primera' no ayudan a cambiar la imagen de los políticos. 
-La mujer del César no sólo tiene que ser honrada, sino  también parecerlo. Pero quiero reivindicar a miles de personas que hacen  política gratis et amore, aunque nunca salgan en los reportajes. 
 Atacar el paro 
 -¿Qué ofrece UPyD a Gijón? 
-Tenemos un programa muy potente, pero nuestras  propuestas hay que leerlas. No somos un partido de eslóganes. El  problema fundamental que tiene Gijón es la crisis económica y el paro,  principalmente juvenil. Presentamos una serie de medidas para la  reactivación económica que van en dos líneas. Por un lado, la promoción  económica de la ciudad y, por otro, la eficiencia en los gastos de la  Administración. Pero la crisis económica ha desnudado otras crisis: la  política y la moral. Hay otros puntos que creemos esenciales, como la  necesidad de superar el bipartidismo y el localismo. Proponemos  iniciativas de regeneración democrática como la elección directa de los  alcaldes, las listas desbloqueadas...
 -Muchos cambios... 
-Los partidos políticos saben lo que hay que hacer, pero  no tienen voluntad. Para el PP y el PSOE tendría un costo electoral y no  están dispuestos. Pero nosotros somos un partido libre. 
 -¿Ha llegado el momento de cambiar el escenario político? 
-Es absolutamente necesario, esto no da más de sí. Los  ciudadanos tienen que recuperar el control de la política, que está  secuestrada por los partidos. 
 -¿Es la hora de los partidos pequeños? ¿Van a conseguir presencia en el Ayuntamiento? 
-Sin duda. Es más que probable que entremos en las instituciones y que lo hagamos con fuerza. 
 -¿Con cuánta? 
-Voy a aplicar la prudencia filosófica. Pero entraremos con fuerza.
 -¿Una presencia que puede definir quién alcance la Alcaldía? 
-Puede ser que seamos decisivos. Pero si la siguiente pregunta es con quién vamos a pactar...
 -Por ejemplo. 
-Nosotros, como Julio Anguita, programa, programa... No  somos un partido de cargos, somos profesionales que no vivimos de la  política y el primer punto que llevamos es la reforma de la Ley  Electoral. 
 -Eso no depende del Ayuntamiento. 
-No, depende del PSOE y del PP.  
 -Así que no me dice a quién apoyaría como próximo alcalde o alcaldesa. 
-Reforma de la Ley Electoral, recuperación de las competencias en Educación y de ahí para abajo.
 Parar los planes parciales 
 -¿Teme que la irrupción de Foro acabe con las posibilidades de otros partidos, como el suyo? 
-Me parece estupendo. Cuantos más haya para elegir, mejor. 
 -Volvamos al programa. 
-Planteamos la paralización de planes parciales como los  de Cabueñes, Castiello, Granda, Porceyo... Son completamente  innecesarios y responden a intereses particulares. Van a ocasionar un  daño irreparable, del calibre del Muro de San Lorenzo. Este es un plan  desgraciado que no tiene detrás necesidades de vivienda. 
 -Proponen también cambios en educación, y lo ligan al botellón. 
-Ese es otro ejemplo de la crisis moral. Tiene que haber  un trabajo lento y paciente sobre el uso del tiempo libre y desvincular  la diversión con el consumo de determinadas sustancias. La venta de  alcohol a menores tiene que subir a los 18 años. Tiene que haber una  presencia policial que garantice que el que cometa faltas tenga una  responsabilidad. La concentración de adultos bebiendo alcohol tiene que  estar regulada.
 -¿Respecto al medio ambiente? 
-Gijón es una ciudad muy contaminada. Proponemos muchas  cosas, desde medidas de eficiencia energética hasta la limitación del  tráfico rodado. Hay que peatonalizar al menos una parte del Muro, es un  anacronismo tener esos cuatro carriles.

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