La Junta de
gobierno local acaba de suscribir un convenio de colaboración con UGT , dentro del contexto del pacto de concertación social “Gijón mAs
2012-2015”, con el objetivo de “llevar a cabo
programas que favorezcan la promoción económica y el empleo en la
ciudad”. Para su ejecución el
Ayuntamiento les concede una subvención
de 53.000 € con cargo al vigente presupuesto municipal.
Según dicho
convenio, para la consecución del objetivo mencionado, se realizarán
primordialmente labores de información, difusión y orientación dirigidos a
personas desempleadas, se editarán guías temáticas sobre la nueva reforma
laboral; se organizarán jornadas y talleres de comunicación sobre la importancia de un medio ambiente
sostenible...etc , O sea, más de lo mismo. Por
enésima vez se subvencionan actividades para inflar una burbuja
informativa de probada ineficacia respecto a la generación de empleo ¿Cuántos
organismos, fundaciones, sindicatos, asociaciones, etc, reciben subvenciones
para realizar funciones de información y asesoramiento sobre estos temas?
¿Necesita el Consistorio pagar por estas actividades o son un peaje concertado?
¿No cuenta ya con recursos propios a
través de la Agencia Local de Promoción Económica y Empleo?¿suponen estos
acuerdos y estas prácticas alguna novedad respecto a los años de gobierno del
PSOE e IU?
Faltan ideas y falta
valentía política para cortar con estas inercias. Duplicar los mismos servicios, ofrecidos por distintos
organismos y bajo nombres aparentemente diferentes, sólo crea desconcierto y
frustración en los esquilmados ciudadanos y especialmente en los desempleados
que, en un intento por mejorar sus posibilidades de encontrar empleo, deambulan
de una institución a otra encontrándose siempre con la misma frustrante
realidad: mucho papel y poco trabajo.
Estas
duplicidades son habituales y, por ejemplo, los planes municipales de empleo
coexisten, que no colaboran ni se integran, con los planes autonómicos y
estatales . Es frecuente que distintas
administraciones destinen recursos
públicos al mismo fin, solapándose unas
a otras y obteniendo unos resultados más
bien discretos. Estas redundancias constituyen un mal endógeno que ha
contribuido notablemente a la actual situación de déficit presupuestario en
todas las escalas de la Administración. Y en el origen de este desgobierno está
la patrimonialización de lo público por parte de los partidos que “marcan su propio territorio “ a costa de las
políticas públicas. De lo que se trata
es de ganar protagonismo que de réditos
electorales y , de paso, contentar al “establihment clientelar” que gira
alrededor del dinero de todos. El interés general cuenta poco.
Foro
debe avanzar, innovar y arriesgar en el ámbito de las políticas de empleo y no
instalarse en un mero continuismo para
perjuicio de los gijoneses, los menguados servicios públicos y el sentido común
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