ASTURIAS SOMATIZA...
Artículo publicado en el diario El Comercio el Martes 14-10-2014
El presidente Javier Fernández dijo, al conocerse la “fortuna oculta de Villa”, que “ni el sindicato minero, ni la FSA-PSOE, ni los mineros, ni los asturianos nos merecíamos esto...,y que este caso era más grave, por su carácter simbólico, que el de Jordi Pujol ”. Estas palabras materializan ejemplarmente la afección psíquica, producto de la mitificación cuasi-religiosa en torno a la minería, que Asturias lleva somatizando desde hace más de veinte años con resultados muy dolorosos para nuestro tejido productivo y nuestro futuro.
Durante décadas el discurso oficialista ha alimentado un relato mítico y ensalzador sobre la minería que, si bien tiene una base histórica objetiva , ha servido de pantalla encubridora de intereses espurios y como fuente de legitimación de un enorme poder fáctico , social y económico, que jamás ha rendido cuentas y que ha tenido en Fernández Villa su sumo pontífice, imbuido de un caudillaje omnímodo que ha ejercido clientelarmente , a diestro y siniestro, por todo el tejido social y político del Principado..
El simbolismo del régimen se sustentaba en un dogma: "la superioridad moral de los nuestros" y singularmente la de su encarnación máxima: el sacrosanto sindicato de obreros mineros de Asturias y su cabeza visible. Cualquier cuestionamiento crítico de sus actuaciones , por ejemplo acerca de la equidad de las prejubilaciones frente a la situación de otros trabajadores asturianos, era anatema y su portador tachado de hereje..Pocos alzaron la voz contra el totem y los valientes lo pagaron con la excomunión.
El mito también ha funcionado como símbolo de identidad sentimental y folclórica. En esto si que ha habido semejanza con el caso Pujol, porque a lo largo de los años se ha ido creando una especie de “nacionalismo carbonario”, caciquil y conservador, que ha hablado hasta la saciedad de deuda histórica (y eterna) con la minería, de discriminación de territorios (las cuencas), de interminables letanías de agravios pero sin autocrítica ninguna de sus propias actuaciones y fracasos . El “nacionalismo carbonario” , omnipresente en la iconosfera cultural y mediática asturiana, ha excluido a muchos ciudadanos que nunca han entendido por qué criticar actuaciones concretas de los sindicatos mineros, como por ejemplo, el exceso de asfalto y hormigón en el uso de los fondos o el fracaso en la reindustrialización de las cuencas, era atacar a Asturias y los intereses de los asturianos. En fin ya sabemos que para las sectas “el que no está conmigo...está contra mi”.
Por último, decir que todo mito necesita sacerdotes, liturgia y fieles .Hubiera sido imposible un Rodiezmo con Villa oficiando solo y sermoneando a la montaña. Villa fué la cabeza de un cuerpo y si actuó como un cacique fué porque había varias tribus de indios fieles y agradecidas. El mito, genéticamente cesaropapista, necesitó carisma pero también instituciones y para eso estaban las asturianas, Principado y muchos ayuntamientos, gobernadas durante décadas por una curia poli-sindical con dos tiaras: el PSOE y la UGT , y con la ayuda inestimable de algunos monaguillos ( PP , IU ,FAC y CCOO) que nunca se atrevieron a cuestionar ni salirse del ritual..
Por último, decir que todo mito necesita sacerdotes, liturgia y fieles .Hubiera sido imposible un Rodiezmo con Villa oficiando solo y sermoneando a la montaña. Villa fué la cabeza de un cuerpo y si actuó como un cacique fué porque había varias tribus de indios fieles y agradecidas. El mito, genéticamente cesaropapista, necesitó carisma pero también instituciones y para eso estaban las asturianas, Principado y muchos ayuntamientos, gobernadas durante décadas por una curia poli-sindical con dos tiaras: el PSOE y la UGT , y con la ayuda inestimable de algunos monaguillos ( PP , IU ,FAC y CCOO) que nunca se atrevieron a cuestionar ni salirse del ritual..
El caso Villa debe ser el comienzo de un proceso de desmitificación absolutamente necesario para Asturias, que debe exigir responsabilidades y gritar a bocamina que el problema no es personal, el fraude de un tal José Ángel, sino estructural porque nace del maridaje poli-sindical , una práctica reaccionaria y “amarillista” que nos pide la fe del carbonero porque se trata de que nos creamos que se puede administrar bien el dinero público encadenados por intereses privados. Como diría el buen marxista: “Aquí esta la base material que explica tanto cuento”..
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