ELOGIO DE LA POLÍTICA

FESTINA LENTE

jueves, 23 de julio de 2009

Educación (sexual)

22.07.2009 -
ARMANDO F. BARTOLOMÉ COORDINADOR LOCAL DE UP Y D DE GIJÓN Y PROFESOR


L AS recientes agresiones sexuales protagonizadas por menores en Baena e Isla Cristina nos pueden servir de terroríficos ejemplos y pretexto para hacer algunas consideraciones sobre la relación entre moral y educación, auténtico nudo gordiano de la crisis de nuestra sociedad y de la crisis del sistema educativo que no es sino un reflejo de la primera. Pues bien:
La propaganda política oficial confunde de manera interesada la información con la educación sexual. Ésta realmente no existe: el que está bien educado lo está en todo (conduciendo, comiendo y en asuntos de toda índole.) En general, jóvenes y adultos no tenemos un problema de información sobre la sexualidad (saber), sino de voluntad (hacer); no tenemos un problema de formación, sino de moral. Sabemos lo que tenemos que hacer, pero no lo hacemos. Lo mismo se podría decir sobre el consumo de drogas (incluidos alcohol y tabaco), la violencia, etcétera. Por tanto, el sistema en su conjunto necesita más educadores del carácter y quizás menos transmisores de información. Esto debería tener una traducción clara en los requisitos para ser futuro trabajador de la enseñanza, especialmente en Primaria y Secundaria, y también tendría que tener una traducción en la organización curricular de los centros.
La información es rápida y barata. La buena educación es lenta y muy costosa. La información abunda, los buenos ejemplos escasean. En colegios e institutos se hacen campañas sobre sexualidad, violencia, racismo, respeto y tolerancia... Son campañas necesarias pero no suficientes y sirven a las autoridades educativas para cubrir el expediente y escamotear un debate serio sobre nuestro modelo educativo y social y las gravísimas contradicciones en las que vivimos y viven nuestros jóvenes. Informar no es educar. Necesitamos más verdad y menos demagogia. El mundo educativo no empieza ni termina con el Informe PISA. Las notas no son lo único importante ni lo mas importante.
Educa toda la sociedad y hay una contradicción entre los valores que intenta transmitir el sistema educativo y los modelos de éxito que nos presenta la sociedad (Ronaldo, Paris Hilton o Berlusconi, por poner tres ejemplos mediaticamente omnipresentes). La televisión ha barrido a la escuela. Algunos medios de comunicación por puro negocio y so capa de libertad, banalizan la sexualidad y la violencia de manera permanente, en cualquier horario y ante la pasividad de los que nos gobiernan, que parecen plegados a sus intereses. Todo vale. Y, además, con moralina pseudo progre: «la pornografía es un arte», «la prostitución es un trabajo creativo y libre», etcétera. Necesitamos urgentemente un pacto de Estado sobre educación, concretado en medidas legislativas, que implique y obligue a toda la sociedad, especialmente a los medios de comunicación.
Donde no llega la educación debe llegar el temor. Hay una crisis de autoridad evidente y se gesta en unos padres débiles o ausentes, en una sociedad miedosa y un sistema educativo sin armas para atajar malas conductas. El que la hace debe pagarla; es de justicia y un principio educativo y preventivo fundamental. Necesitemos reformas legales urgentes que unan de manera coherente y equilibrada la libertad y responsabilidad de los jóvenes y estas reformas deben empezar por la propia escuela: reforzamiento de la autoridad de los profesores, reglamentos de régimen interno eficaces...
Regalar ordenadores no solucionará el problema educativo; las nuevas tecnologías son un medio y no un fin. El núcleo duro de la educación es la moral y por eso son verdaderas políticas progresistas las que apoyen a las familias en esta ardua tarea de educar en el día a día (medidas para la conciliación de horarios, asistencia socioeducativa, etcétera) y que fomenten la necesaria cooperación entre éstas, la escuela y la sociedad. Necesitamos una mayor coordinación entre la escuela y los servicios sociales y ofrecer actividades extraescolares que potencien la prudencia, la fortaleza, la justicia y la templanza y no solo el puro entretenimiento para tener a los chavales 'recogidos'el mayor tiempo posible.
En fin, nada nuevo. Ya dijo el viejo Platón que «el objetivo de la educación es la virtud y el deseo de convertirse en buen ciudadano».

http://www.elcomerciodigital.com/gijon/prensa/20090722/opinionarticulos/educacion-sexual-20090722.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario