Las nuevas dificultades económicas han estancado la llegada de inmigrantes a Asturias e incrementado el dinero negro que se mueve entre este colectivo. El Principado cerró 2009 con 47.119 extranjeros empadronados (el 4,34 por ciento de la población total de la región), lo que supone tan sólo un incremento del 0,54 por ciento en la comparación anual. De ellos, unos 6.429 no tienen papeles y se dedican a la economía sumergida, según los datos que divulgó ayer el sindicato UGT de Asturias. A pesar de las cifras, la región sigue siendo una de las comunidades donde hay una menor presencia de extranjeros.
El perfil del inmigrante asentado en el Principado, según el estudio del sindicato, es el de una mujer (así es en el 50,4 por ciento de los casos), que tiene entre 20 y 50 años, que proceden de Rumanía, Ecuador, Colombia o Brasil, y que se concentra en las dos grandes ciudades asturianas: Oviedo y Gijón. La gran mayoría de los extranjeros que vienen a la región, el 72,36 por ciento, lo hace para trabajar en el sector servicios. Es precisamente en este mercado, según señala el estudio de la central sindical, donde se concentra gran parte de la economía sumergida, especialmente entre las féminas.
La población inmigrante que vive en el Principado sufre también unas tasas de temporalidad, precariedad y de paro mayor que la de los asturianos, debido, según se recoge en el estudio, a que estos trabajadores se concentran en las ramas de actividad económica donde la crisis ha tenido un mayor impacto. En concreto, el año pasado se cerró con 5.171 trabajadores extranjeros buscando empleo. El número de afiliados a la Seguridad Social también descendió. Así, durante 2009 se cerró con unos 15.661 inmigrantes cotizantes, lo que supone un ligero retroceso del 0,19 por ciento en la comparativa interanual.
El secretario general de UGT, Justo Rodríguez Braga, lamentó que determinados sectores de la sociedad intenten culpar a la población inmigrante de las consecuencias de la crisis «de la que ellos han sido los primeros afectados». El líder sindical pidió una actuación conjunta para abordar las situaciones más graves de explotación laboral y para prevenir, detectar y perseguir los delitos contra los derechos laborales». «Debemos», añadió el responsable de UGT, «devolverles las prestaciones sociales a las que han contribuido con su trabajo a lo largo de los últimos años». Desde el sindicato se señala también que los extranjeros que residen en Asturias se encuentran con muchos problemas a la hora de renovar sus autorizaciones de trabajo y de residencia.
La secretaria de Igualdad y Política Social del sindicato, Clara Casiano, también señaló que el incremento del desempleo se cebó especialmente durante el año pasado con los trabajadores inmigrantes que se dedicaban al sector de la construcción. Y señaló que «hay ya muchas situaciones desesperadas y personas que viven al límite y que aceptan cualquier tipo de oferta laboral».
http://www.lne.es/asturias/2010/04/01/6500-extranjeros-asturias-economia-sumergida-denuncia-ugt/894908.html
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