El aumento de 3,5 millones por el IBI urbano compensa una mínima  parte de los casi 30 millones de rebaja en los ingresos provocada por la  crisis
 Las cifras definitivas ya están sobre la mesa. El Ayuntamiento de Gijón  asumirá el último año de mandato de Paz Fernández Felgueroso con un  presupuesto de 200.319.500 euros que se estira hasta los 286.081.160 al  sumar las cuentas de las empresas municipales y los organismos  autónomos. Estas cuantías suponen un descenso del 10, 3 y el 9%,  respectivamente, sobre los presupuestos municipal y consolidado que se  están ejecutando en el actual ejercicio presupuestario. Este dinero es  la referencia numérica de un «presupuesto austero, riguroso y muy  realista y comprometido. Un presupuesto que defiende las políticas  sociales, de empleo y vivienda que son nuestro emblema». Así lo definió  Santiago Martínez Argüelles, edil socialista de Hacienda y candidato de  su partido a la Alcaldía de Gijón, tras salir de una sesión  extraordinaria de la Junta de Gobierno donde el borrador presupuestario  logró el apoyo de los ediles del PSOE e IU. El proceso de aprobación de  este presupuesto culminará en un Pleno previsto para el 17 de diciembre. 
El punto de partida de los ajustes presupuestarios está en la  compleja situación económica que afecta a los ingresos del Ayuntamiento.  Los recortes previstos por el equipo económico municipal incluyen la  pérdida de los seis millones para gasto corriente que este año llegaron a  través del «plan E» además de una reducción de 5,3 millones en el  impuesto de construcciones por la anulación del proyecto de la  regasificadora y de 3 millones en la venta de patrimonio. Los pasivos  financieros bajan 16,5 millones al limitar a seis millones el recurso a  deuda para el año que viene. Los únicos incrementos se esperan de la  recaudación del IBI urbano (3,5 millones más) y del fondo complementario  de financiación (3,4 millones). La memoria de ingresos consolidados  establece un descenso del 0,56% en los ingresos corrientes y del 50,78%  en los ingresos de capital, que pasan de los 52,29 millones de este año a  los 25,74 previstos para el año que viene. La deuda viva municipal a 31  de diciembre del año que viene estará en 169,4 millones: un 4,3% menos  que el último día de este año. 
Y aunque en el capítulo de gastos se impone un férreo control  del gasto corriente la tijera va directa al anexo de inversiones. El  presupuesto estrictamente municipal las limita a doce millones, que se  elevan hasta los 29,5 sumando inversiones en empresas y transferencias  en el presupuesto consolidado. Ese mismo apartado (que suma los  capítulos 6 y 7 del presupuesto) tenía este año una dotación de 53  millones.  Los gastos financieros crecen un 14,22% por los tipos de  interés. 
 
 
 
          
      
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario