España no remonta. En relación con las primeras pruebas PISA (años 2000)  el país tiene doce puntos menos en comprensión lectora, mantiene la  puntuación en ciencias respecto a 2006 y baja un par de puntos en  capacidad matemática respecto a 2003. 
Hablamos de la media, y ésa la hunde media docena de  comunidades. Dejando a un lado Ceuta y Melilla -con parámetros  académicos no europeos- hay autonomías que se alejan peligrosamente.  Andalucía es todo un clásico (52 puntos menos que Castilla y León en  Matemáticas, y 32 menos que Asturias), pero junto a los andaluces los  resultados en las Canarias asustan: ocupa el último lugar en el  «ranking» autonómico en las tres competencias, seguida a poca distancia  por la comunidad balear, una de las más ricas del país en términos de  producto interior bruto (PIB). 
Los resultados no engañan. Los que andan mal en competencia  lectora también renquean en matemáticas y ciencias. Fallan los sistemas o  la organización de esos sistemas, no fallan los alumnos ni los  profesores. La mayor diferencia está en Cataluña, comunidad que tan sólo  ocupa el noveno puesto en ciencias y que, sin embargo, ocupa el tercer  puesto en lectura. Por cierto: son datos contradictorios con los  arrojados por las pruebas de diagnóstico del Ministerio de Educación el  pasado año. Las pruebas de competencia lectora de PISA 2009 se centraban  en esta edición en los formatos digitales, lo que puede explicar en  parte la contradicción. 
La Rioja, la mejor comunidad en las pruebas de diagnóstico del  Ministerio, ocupa en el Informe PISA un buen lugar, pero no de  liderazgo. La gran sorpresa ha sido Castilla y León, con unos resultados  excelentes. «Desde el punto de vista del Informe PISA tenemos que  aprender cosas de otras comunidades», reconoció el consejero Sastre,  «pero Asturias también puede dar alguna lección». En términos puramente  matemáticos, si incluimos el puesto nacional en las tres competencias,  Asturias ocuparía la octava plaza, tras Castilla y León, Navarra, La  Rioja, Madrid, Aragón, Cataluña y el País Vasco, por este orden. 
Tras Asturias, llegan Cantabria y Galicia. La brecha Norte/Sur  se afianza, por tanto. Las tres últimas comunidades en el «ranking» son  Baleares, Canarias y Andalucía, pero otras tres no participaron en las  pruebas PISA: Castilla-La Mancha, Extremadura y la Comunidad Valenciana.
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