El mantenimiento del campus se lleva el 20 por ciento de los 1.096.600 euros que se destinan este año a la Universidad gijonesa desde el presupuesto del Ayuntamiento de la ciudad. El 80 por ciento restante de la aportación municipal se vincula a una docena de transferencias a centros e instituciones universitarias. En concreto, se trata de 842.000 euros que se van, entre otros destinos, a las escuelas universitarias de Trabajo Social y Relaciones Laborales, a la UNED y al desarrollo de cursos de verano de la Universidad de Oviedo. Las dos escuelas universitarias gijonesas se llevan un pico de 484.000 euros de todo este presupuesto. Para la Universidad Nacional de Educación a Distancia hay una partida de 120.000 euros, a la que se deben sumar otros 8.000 euros para su programación de cursos de verano.
A través del programa «Gijón, ciudad universitaria», que desde hace años se puede encontrar en el informe presupuestario del Ayuntamiento dentro del área de Educación y Cultura, el gobierno local apoya también al Instituto Universitario de Tecnología (IUTA) y se compromete con el desarrollo de un seminario de Gestión Pública Local y de los másteres en Contabilidad y en Dirección y Planificación de Turismo. Además, hay una partida de 12.700 euros para un proyecto de recuperación de la memoria histórica y se dota con 70.000 euros el convenio de colaboración entre las universidades de Oviedo y La Habana, ciudad hermanada con Gijón.
Este millón de euros que salen de las arcas de la plaza Mayor en dirección al campus son el aval que siempre utiliza el gobierno de Paz Fernández Felgueroso para demostrar su apuesta por la Universidad. Sobre todo en los últimos meses, al incrementarse la tensión entre ambas instituciones por la decisión municipal de llevar la «Semana negra» a un espacio colindante con el campus. El Rectorado se ha opuesto desde un primer momento a esta vecindad. Ahora mismo, desde el equipo de Vicente Gotor se plantea recurrir de nuevo a los tribunales para intentar paralizar la celebración de la edición de este verano.
Tampoco ha estado exenta de polémica la permuta pactada entre Ayuntamiento y Universidad en favor de ceder al primero la propiedad del edificio de la vieja escuela Jovellanos, en la calle de Tomás y Valiente, a cambio de la construcción de un edificio de servicios científico-técnicos en el área del campus. Este inmueble de nueva planta se está construyendo con los fondos del «plan E», y el edificio del centro urbano ha sido entregado en concesión a la Fundación Escuela de Negocios. Miembros de la comunidad universitaria han criticado esa gestión del patrimonio inmobiliario de la Universidad.
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