Empleo y mercancía política

ORGE J. URÍA
MIEMBRO DE UPYD El Ayuntamiento de la ciudad ha dado a conocer el balance que, en materia de empleo, arroja el programa «Gijón Innova» a los firmantes de dicho acuerdo. Todos, como no podía ser de otra forma, se han felicitado por el número de beneficiarios, según el cual son algo más de 3.000 las personas que han encontrado trabajo en 2009 gracias al esfuerzo inversor de nuestros responsables políticos, que, de todos es sabido, junto a las organizaciones sindicales y la empresarial FADE, trabajan a diario por el bienestar de los ciudadanos a los que sirven.

Tocaría felicitarse si no fuese porque la frialdad que encierran los números y su pretendida veracidad se evaporan una vez llevamos el tema al punto de ebullición tras un análisis sereno mientras echamos mano del tiempo que este municipio lleva contemplando la huida de jóvenes sin oportunidades, que muchos han tachado de leyenda urbana, y que la realidad cotidiana se encarga de recordarnos con ejemplos cercanos que seguro la gran mayoría podemos ofrecer, o por simple observación, viendo el elevado número de ancianos que se pasean por los parques y jardines de la ciudad, testigos de un duro pasado que no acaban de ver con claridad el futuro de sus nietos.

Todo político sabe, y más en España, que si hay que dar noticias, mejor que sean buenas y a poder ser bonitas. Rara vez se nos dice la verdad. En un país donde se nos ha negado la crisis y con el mismo desparpajo, de la noche a la mañana, se toman medidas de emergencia para combatirla, la mercadotecnia de los grandes almacenes también ha llegado a las instituciones y sus gabinetes de prensa. Y si para unos, lo importante es hacer llegar al comprador los productos de las estanterías, lo mismo ocurre con quienes tienen responsabilidades públicas, que han de vender su mercancía, y ya sabemos que a lo relacionado con el empleo hay que darle salida.

Durante la crisis de los noventa el paro en Gijón se movía en torno a los 22.000 desempleados; una década después, a finales de 2009, el número de personas que no encuentran trabajo sigue siendo de 22.456. Es cierto que Gijón ha ganado población y que la actual crisis es más grave que aquélla, pero el tremendo esfuerzo inversor realizado con dinero público, más de 400 millones de euros, según recoge el propio plan «Gijón Innova» para sus cuatro años de vigencia, no está justificado si atendemos a los rácanos resultados conseguidos por muy bien que nos los vendan. Existen partidas interesantes destinadas al apoyo de actividades innovadoras de alto valor añadido, es justo reconocer el trabajo de quienes asesoran y ayudan a los jóvenes emprendedores en la puesta en marcha de su proyecto empresarial, pero también se hace necesario denunciar la obesidad de una administración que engorda y de la que se nutren organizaciones e instituciones cuya labor no aporta nada a la consolidación de un tejido productivo dinámico y competitivo, el cual sólo se consigue si los poderes públicos confían en el ciudadano dejando de tratarlo como el niño que sólo quiere atención y carantoñas. Para ello nada mejor que vivir nuestra libertad individual e independencia personal con responsabilidad y, así, vender nuestros logros sin intermediarios.
http://www.lne.es/gijon/2010/06/29/empleo-mercancia-politica/935750.html