ELOGIO DE LA POLÍTICA

FESTINA LENTE

sábado, 23 de octubre de 2010

El plan urbanístico recibe menos de la mitad de alegaciones que el anterior

Se han registrado 1.436 documentos, mientras que en el plan de Teixidor fueron 3.049

La nueva revisión del Plan General de Ordenación, tal y como se preveía, no ha provocado tanta contestación ciudadana como la anterior. Al menos no en número. A las cinco de la tarde de ayer finalizaba el plazo de presentación de alegaciones, y se contabilizaban un total de 1.436 (a la espera de que la cifra pueda crecer ligeramente por la llegada de los documentos enviados por correo). Son menos de la mitad de alegaciones que en el trámite de información pública del plan Teixidor. Aquel mes de abril de 2004 se contabilizaron 3.049.
El concejal de Urbanismo, Pedro Sanjurjo, interpretó ayer los posibles significados de este notable descenso. Si bien él prefiere insistir en que esta vez se ha logrado «un grado de consenso muy amplio», en que «la ciudad ha evolucionado mucho» y que los ciudadanos han dado una «muestra de madurez y responsabilidad», no omitió otra importante: que los planes más polémicos (Roces, principalmente) ya están desarrollados y, por lo tanto, no caben recursos. Y aún añadió otra tercera explicación: «Las expectativas de rentabilidad del suelo son muy distintas ahora».
En cualquier caso, los vecinos de la zona rural, protagonistas del 50% de las alegaciones presentadas y colectivo más crítico con la política urbanística municipal, ya advirtió de que, aunque menos, las alegaciones serían en esta ocasión «de mucha mayor calidad». Porque pocos son nuevos a estas alturas en los trámites, procedimientos y contenidos de los documentos urbanísticos.
Precisamente, dada la densidad de los documentos, los plazos de respuesta no se han fijado. «No hay que apresurarse sino ofrecer una respuesta adecuada», dijo ayer Sanjurjo. Sin prisa, pero también sin pausa, ya que el equipo de gobierno mantiene su intención de aprobar el nuevo Plan General de Ordenación antes de las elecciones de mayo de 2011. Y hay que tener en cuenta que una vez que el Pleno aprueba la contestación a las propuestas ciudadanas, aún faltará el dictamen del Principado de Asturias, que debe pronunciarse tanto sobre el documento urbanístico como sobre el medioambiental.
Comienza a partir de aquí, por lo tanto, un trabajo de análisis y de corrección, en su caso, del texto planteado por Urbanismo. Reconoce Sanjurjo que «siempre habrá cuestiones objeto de duda y oposición», pero insistió una y otra vez en que hay un «consenso generalizado» y mencionó los casos de colectivos vecinales, Colegio de Arquitectos y promotores, que han mostrado una «opinión muy favorable».
En cualquier caso, todos ellos han presentado alegaciones, algunas de ellas sobre cuestiones más que concretas, errores detectados en el Plan General, falta de información de importancia o «incumplimiento» de determinadas leyes y normativas.
La mayor parte de los 1.436 documentos registrados son de particulares, aunque unos 80, aproximadamente, corresponden a colectivos ciudadanos. Además, el 50% hace referencia a suelo no urbanizable (principalmente, la zona rural), mientras que sólo un 1% se refiere a los nuevos urbanizables y otro 15%, a los suelos urbanos. Las alegaciones finalmente formalizadas son algunas menos que las sugerencias planteadas durante el primer periodo de información pública, que hacía referencia al documento de prioridades, cuando se contabilizaron 1.752.
«Tiempo suficiente»
Pedro Sanjurjo recordó ayer en varias ocasiones, durante su comparecencia de prensa, que el Ayuntamiento ha ofrecido «tiempo suficiente» para analizar el PGO, «explicar los pormenores del plan» y que, durante el periodo de información pública, se han «atendido todas las peticiones de información».
No olvidó mencionar en varias ocasiones que el plazo legal fue ampliado en 15 días, atendiendo en parte a una solicitud de los vecinos de la zona rural, que habían pedido un mes más para analizar la numerosa documentación que compone el Plan General.
En la oficina habilitada en el Museo del Ferrocarril se han recibido, desde el 9 de agosto, 3.500 visitas, de las que 1.811 correspondieron a citas previas solicitadas por los ciudadanos. La mitad de todas las visitas requirieron un informe técnico y, en muchos casos, la aportación de planos y documentación, explicó Sanjurjo. En total, fueron 14 los técnicos atendieron a los ciudadanos.
Además de eso, Sanjurjo recordó que en este tiempo ha habido encuentros con los seis consejos de distrito, otro específico con el Colegio de Arquitectos y que se ha contestado a peticiones de información de Vega, El Muselín y Les Caseríes. Todo, en aras de «ofrecer transparencia y claridad», defendió el edil de Urbanismo.
Pero, después de todo, lo importante en este momento es si variarán en alguna medida las intenciones municipales atendiendo a las peticiones de los ciudadanos. «El resultado vendrá determinado por el contenido de las alegaciones». Esa fue la respuesta de Sanjurjo. Aunque parece evidente, ya de entrada, que algunas cuestiones no serán atendidas de ninguna manera, ya que el edil de Urbanismo volvió a defender ayer las líneas generales de este Plan General de Ordenación que ha procurado «hacer de la necesidad, virtud», y aprovechar un trámite obligado por los tribunales para «incorporar novedades».
Porque lo que nadie olvida en estos momentos es que Gijón se encuentra en este punto porque el Tribunal Superior de Justicia de Asturias anuló el PGOU aprobado por el Pleno municipal en el año 2005. El concejal de Urbanismo explicó ayer en este sentido que todos los recursos presentados por el Ayuntamiento gijonés ante el Tribunal Supremo han sido aceptados. En cualquier caso, cuando se conozcan los fallos judiciales, «tendrá que prevalecer el plan que ahora tramitamos».
21.000 viviendas
Un plan que prevé suelo para la construcción de 21.000 viviendas en los próximos 10 años, tal y como recogía la alternativa número 1 de las tres planteadas en el documento de prioridades, alternativa que difería en principio muy poco del conocido como plan Teixidor de 2005. Aunque convencido de que la cifra, las 21.000, es moderada, el propio Pedro Sanjurjo admitió ayer que «posiblemente no se agotarán» en este tiempo, tal y como está el mercado inmobiliario, «nada boyante».
Viviendas que se construirán tanto en la zona urbana como en la rural, donde los planes más importantes han sido rescatados del plan anulado por los tribunales y su tramitación arrancará desde cero.

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