Las cuentas municipales previstas para 2011 disminuyen un 10 por ciento respecto a las de este ejercicio pero a juicio del concejal de Hacienda y candidato socialista a la Alcaldía, Santiago Martínez Argüelles, es un presupuesto que, aun estando condicionado por los ajustes de la crisis, establece con claridad sus prioridades al apostar por las políticas sociales. Y todavía más: no supondrá, en su opinión, una losa financiera para el gobierno que los gijoneses elijan el próximo 22 de mayo y que él mismo aspira a presidir. «No hipoteca a la nueva Corporación», afirmó.
Santiago Martínez, proclamado por los socialistas candidato a la Alcaldía el pasado 17 de julio, tiene por delante la nada fácil tarea de conjugar su responsabilidad como el concejal que debe defender el presupuesto más restrictivo de los últimos años con la de quien ha sido designado, además, para protagonizar un cambio de ciclo político en la ciudad. Releva a la actual alcaldesa, Paz Fernández Felgueroso, que ganó las tres últimas elecciones. Quizá por eso quiso dejar claro que, con las inversiones recogidas en el documento económico, el gobierno de la izquierda cumple en su totalidad el programa del pacto que firmaron, tras los comicios de 2007, el PSOE e IU.
«Se cumplen plenamente los compromisos adquiridos», aseguró en su primera intervención, tras ser designado candidato, ante el comité municipal del PSOE, máximo órgano de dirección entre congresos. Una idea en la que abundó, poco antes, el secretario general de los socialistas y primer teniente de alcalde, José Manuel Sariego. Este subrayó, incluso, que hoy trabajan más gijoneses que en 1999 y que en este período el PIB de la ciudad ha crecido un 80 por ciento. Según el cuadro que dibujó Sariego, el patrimonio municipal se ha duplicado y los servicios públicos son más amplios y eficientes.
El presupuesto consolidado de 2011, en fase de tramitación pero con su aprobación asegurada por el acuerdo del PSOE e IU, es de 286 millones, una cifra similar a la de 2007. A juicio de Santiago Martínez, la ciudad tiene una presión fiscal moderada y ya paga a sus proveedores en menos de dos meses. Contrapuso esa agilidad a los problemas de Madrid, el principal Ayuntamiento que gobierna el PP.
El candidato y concejal indicó que Gijón ha consumado unas inversiones a lo largo del último mandato de 400 millones: «Hemos puesto la ciudad patas arriba». Un ciclo expansivo que, según su descripción, se materializo sin tirar de la deuda en exceso. Pese al retroceso presupuestario que se plantea para 2011, Santiago Martínez insistió en que son unas cuentas «rigurosas, realistas y comprometidas». «Hubo que elegir y establecer prioridades», añadió. Sariego inistió, por su parte, en que proyectos como la ampliación de El Musel, el polígono de la Lloreda, la Casa Malva o el plan de fachadas y ascensores son un ejemplo de la gestión de los socialistas gijoneses.
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