Este que acabamos de estrenar será un año difícil. Es sabido y reconocido. Y lo demuestran las cuentas municipales, aprobadas hace unas semanas por el Pleno. 286 millones de euros, frente a los 314 del ejercicio anterior, dan poco margen de maniobra. Estaba claro que las inversiones iban a ser pocas: algo más de 29 millones de euros de inversión real y transferencias de capital a las empresas municipales y organismos autónomos, o a familias y asociaciones de la ciudad de forma directa. ¿Qué se puede hacer en Gijón con ese dinero? Ya lo advirtió la propia alcaldesa: es tiempo de mantener lo ya hecho y no de emprender «proyectos de envergadura».
Las cifras no lo permiten. No sólo porque las cuentas municipales son exiguas, sino porque se acabaron las ayudas externas. No más planes regionales y estatales de inversión. Hay que conformarse con lo que hay. Y lo que hay son eso, unos 29 millones de euros a repartir entre toda la estructura municipal. No hay más que echar un vistazo al anexo de inversiones del presupuesto de 2011, publicado por el Ayuntamiento, para darse cuenta de la situación. Olvidadas las grandes cifras. El capítulo mejor parado es el plan de fachadas y accesibilidad de vivienda, es decir, el plan del Muro, de ayudas a la rehabilitación de comunidades vecinales, instalación de rampas y ascensores. Y es el mejor parado aún perdiendo dos millones de euros. Este año tendrá que 'conformarse' con cuatro.
Y seguramente no habrá quejas por ello. Porque los hay que están bastante peor. El ejemplo más claro es el capítulo dedicado a las vías públicas urbanas: de 7,6 millones en 2010 ha pasado a tener para este ejercicio 1,1 millones.
Los proyectos de urbanización del año pasado sumaban 7,6 millones, un importante listado en el que se incluían las segundas anualidades de las avenidas de Salvador Allende y Castilla, la ampliación del puente del Piles, la prolongación de Maximino Marino-Honesto Batalón (obra que no se realizó y que no está ni siquiera incluida en el presupuesto en 2011), la segunda anualidad de Ramón y Cajal, así como aportaciones del Ayuntamiento en urbanizaciones. A eso se sumaban 325.000 euros para estudios y trabajos técnicos.
Todo eso se ha convertido en 1,1 millones de euros que no incluyen ni un solo proyecto importante. Tal y como quedó anunciado, el plan de avenidas ha quedado suspendido y el presupuesto de este año se destinará a 'liquidaciones de proyectos en ejecución' y a aportaciones a urbanización. Respecto a posibles trabajos técnicos se reservan 27.700 euros. Hay otro capítulo inversor relacionado con el urbanismo que sufre también una importante caída: la conservación viaria, De 2,4 millones a 500.000 euros, a repartir en proyectos de todos los distritos.
Renovación semafórica
Lo cierto es que se puede ir por orden, capítulo por capítulo del anexo de inversiones, y rara es la excepción de un incremento. Por contra, lo destinado a la Policía Local pasa de 53.500 a 17.600 euros; Protección Civil se queda sólo con 500 euros, frente a los 5.200 del año pasado, y el Servicio de Extinción de Incendios pasa de 53.500 a 6.800. En cuanto al control del tráfico, el presupuesto se reduce a la mitad: de 342.000 a 150.000 euros, que servirán para la regulación de pasos de peatones en Anselmo Solar y Senda Peñafrancia, para continuar con la implantación de las bombillas LED en los semáforos y para la renovación de equipos de la red semafórica.
Las zonas verdes, parques y jardines también sufren reducción, pero no tanta como otros capítulos, de 1,7 millones a 760.000 euros. El dinero se invertirá en juegos infantiles y mobiliario urbano para diversas zonas de la ciudad; instalar juegos adaptados en Los Pericones; juegos y mobiliario en el parque de Severo Ochoa; adecuar jardines y zonas verdes en La Arena, la calle de Panes y en Roces; el proyecto de saneamiento del parque de Isabel la Católica, el Hípico y el Pueblo de Asturias; instalación de puentes en Moreda; reparación de argayos, cierres de fincas y socavones en sendas fluviales... La inversión en el Arco Medioambiental se mantiene prácticamente en los mismos términos (72.000 euros) y este capítulo cuenta con 88.700 euros para habilitar la esperada área canina que, finalmente, estará ubicada en Roces, en concreto en el denominado jardín de verano, una de las zonas verdes del nuevo barrio.
Segunda fase del albergue
La 'acción social' es otra de las cuestiones que crece. Y mucho, porque pasa de 360.000 euros a algo más de dos millones. La explicación: el Ayuntamiento debe financiar la segunda fase del nuevo Albergue Covadonga (que se lleva la práctica totalidad del presupuesto), después de que el plan E haya pagado la primera. Hay otros 43.000 euros reservados para el centro de mayores de Contrueces.
El área de enseñanza también logra mantenerse y subir ligeramente, con 380.000 euros de inversión para mejoras en instalaciones eléctricas, corrección de defectos de obra o sustituciones de equipos eléctricos en colegios como el Cervantes, Noega, Río Piles, Asturias, Piñole, Evaristo Valle, Jacinto Benavente...
Aumenta también el presupuesto en formación y empleo (básicamente para la Escuela Taller Entorno sostenible) y logra conservar sus partidas el capítulo de inserción y orientación laboral (2,5 millones de euros, de los que 2,4 son para el Plan de Inserción Laboral).
El anexo de inversiones incluye otras cuestiones como 600.000 euros para la nueva escuela infantil de Roces; 118.000 para la segunda anualidad del nuevo edificio del Pueblo de Asturias; medio millón de euros para la finalización de las obras de El Molinón; casi 200.000 para la cubierta del colegio de Tremañes; 100.000 para la adecuación interior del mercado de La Camocha; 160.000 para la construcción de la gatera en Serín, y casi 500.000 euros para los sistemas informáticos municipales.
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